¿Qué es una DANA?
Marcos Fernández I Meteoralia
25/01/201813:57 h.Si alguna vez has pasado tus vacaciones en Levante te habrás dado cuenta de que en áreas comerciales los aparcamientos no son siempre subterráneos sino que se construyen en altura. Se trata de una de las medidas que se adoptan para proteger los vehículos de las riadas que suelen desbordar las calles y avenidas arrastrando todo a su paso, una de las típicas consecuencias de las DANA’s.
Por esa misma razón, en algunos de estos pueblos costeros se han sustituido las balaustradas de piedra de los paseos marítimos por otras formadas de cordones de acero que permiten que el agua de la lluvia torrencial siga su curso hasta desembocar en el mar sin que se generen tapones con la maleza, piedras y otros objetos arrastrados que puedan incrementar los daños.
Por otra parte, es posible que veas canales secos en tus desplazamientos a Levante. Están construidas 'ad hoc' para canalizar las enormes cantidades de lluvia que caen desde las montañas prelitorales hasta la costa.
¿Cómo se forman estas 'autopistas de aire'?
Nosotros vivimos estos episodios a ras de suelo, pero lo crucial sucede encima de nuestras cabezas: en la atmósfera. Allí soplan constantemente vientos muy intensos canalizados en forma de corrientes, como si fueran 'ríos o autopistas de aire' distribuidos por todo el planeta.
De forma periódica, en estas corrientes se quedan aisladas bolsas de aire frío, quedando al margen de la circulación general. Es ahí cuando se gesta la DANA gracias, sobre todo, a su principal combustible: el contraste de temperatura en estas fechas entre la temperatura del mar y la bolsa de aire frío.
Evolución prevista de la situación en niveles altos de la troposfera con la llegada de una DANA sobre el #Mediterráneo durante el fin de semana con #inestabilidad y precipitaciones. https://t.co/JMWx9QR4Pa #lluvia
— CEAM-Meteorología (@CEAM_Meteo) 25 de enero de 2018
A finales de septiembre y durante el mes de octubre, la temperatura marítima es aún muy elevada. Ha ido sumando grados conforme avanzaba el verano y puede llegar a situarse muy próxima a los 30 grados en las costas del sur de Valencia, Alicante y sur de Baleares. Si una bolsa de aire frío queda aislada de la corriente atmosférica sobre cualquiera de estas zonas, se encuentra con una temperatura del Mediterráneo muy alta. Cuanto mayor sea el contraste entre aire frío y cálido más intenso será el episodio.
Además, el mar aporta humedad. Quienes vivan en la zona de Levante saben que cuando soplan los vientos del este (mar-tierra) ese aporte húmedo contribuye a generar más nubosidad cargada de precipitaciones. Este tercer factor de inestabilidad alimenta aún más la posibilidad de que las lluvias, además de intensas, sean persistentes. Así ocurrió en el episodio de Jávea del 1 al 3 de octubre de 1954.
Calpe y Jávea, unas de las más graves
Del 1 al 3 de octubre de 1954, la Marina Alta registró casi 1.000 litros de agua por metro cuadrado. En concreto, Jávea alcanzó la marca histórica de 978 l/m2. La media al año en esta localidad y otras límitrofes del norte de Alicante y sur de Valencia se encuentra en torno a los 550-600 l/m2. En otras palabras, cayó en tres días casi lo equivalente a dos años.
Una de las últimas más intensas fue en 2009 en la localidad de Calpe, vecina de Jávea. Casualmente, otra tromba de agua arrasó la parte baja de este turístico pueblo el 12 de octubre de 2007. A raíz de ambos desastres, el gobierno municipal tomó una serie de medidas para evitar o paliar en la medida de lo posible los efectos de estas lluvias torrenciales en un futuro.