Se acerca una borrasca al norte de Europa: cómo nos va a afectar en España

En estos momentos, en el Atlántico, un anticiclón (al sur) y una borrasca (camino al norte), se disputan lo que sucede en nuestro país en las próximas horas. La tormenta que avanza hacia Escandinavia y las islas británicas dejará allí tiempo muy invernal y, aquí, afectará aunque en menor medida. Un frente asociado entrará en la península y la atravesará de oeste a este, alterando el tiempo en algunas provincias.

La estabilidad anticiclónica sigue teniendo el dominio de la mayoría del país, pero eso no quiere decir que no vayamos a tener precipitaciones. El vaivén de lluvias en el extremo norte peninsular por los frentes que intermitentemente entran por Galicia seguirá produciéndose al menos esta semana, la última completa del invierno (el miércoles 20 empieza la primavera).

Alrededor del anticiclón va rolando el viento hasta entrar en la península desde el noroeste, aportando algo de humedad que se queda restringida al norte. Pero además, se prevé que la borrasca atlántica, algo alejada de nuestro país, deje un frente de inestabilidad que entrará por el noroeste en unas horas. Resultado: sí, lloverá, pero lo hará tímidamente y únicamente en Galicia, el Cantábrico y Pirineos.

Aún es pronto para predecir por cuánto tiempo, pero lo más seguro es que el viernes sea un día de tregua, parándose las precipitaciones temporalmente en el norte del país, que ya el jueves caerán de manera muy débil solo en el área pirenaica.

Lo más destacado que nos deja ese frente será, por tanto, el viento que soplará con intensidad en la mitad norte, con más fuerza en zonas costeras sobre todo del Cantábrico el miércoles, que es cuando barrerá el país tras introducirse durante las últimas horas del martes.

Además de ese viento del noroeste, hablaremos de una bajada importante de temperaturas nuevamente el miércoles, tras la significativa subida del martes… posterior al descenso del lunes. Este tiovivo de las máximas se debe también al frente atlántico, frío, que permitirá que descienda la cota de nieve en el norte. En la Cordillera Cantábrica y Pirineos nevará entre los 800 y los 1.000 metros de altura.