El anticiclón trae inversión térmica: por qué está haciendo más frío en los valles que en las cumbres
La inversión térmica, más frío en zonas llanas, se suele generar cuando hay una situación anticiclónica en invierno
El aire más frío se sitúa en zonas más bajas, pudiendo generar niebla y cencelladas
Nos hemos despedido del 2019 y dado la bienvenida al 2020 con el mismo ambiente atmosférico: cielos estables, temperaturas relativamente altas para la época y nieblas en los valles de la Península. Todo ello ha venido configurado por la estabilidad anticiclónica que tantos días nos ha acompañado y que deja consigo un fenómeno que impresiona: la 'inversión térmica'. ¿Cómo es posible que haya más frío en valles y zonas más llanas que en las propias montañas? Tiene una explicación meteorológica y te la vamos a contar.
Se están dando dos fenómenos fundamentales que nos están dejando unos cielos despejados y nieblas muy persistentes. El primero de ellos es el anticiclón o las altas presiones, que están dominando nuestro entorno en superficie para mantener alejada a la inestabilidad. Por otro lado, en niveles altos una dorsal, de aire relativamente cálido, está imponiéndose para favorecer el tiempo estable que nos ha acompañado durante las fiestas y que tiene la misma dinámica de cara a las próximas jornadas.
¿Qué es la inversión térmica?
Todo ello, además, viene acompañado de un fenómeno que rompe la lógica de los termómetros. Cuando un anticiclón se cuela en invierno se suele generar lo que entendemos como inversión térmica. Parece que se trata del mundo al revés cuando en picos altos o de montaña hay temperaturas más elevadas que en zonas llanas, como en el interior. Pero sucede, y tiene su motivo. Como explica el meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, el aire frío se suele situar en capas más altas, por lo que cuando subimos a las montañas notamos una sensación térmica más gélida.
Estos días es noticia la presencia de #niebla en zonas bajas y temperaturas relativamente altas en áreas de montaña.
— AEMET (@AEMET_Esp) 2 de enero de 2020
¿Quién es el responsable de esta situación? El #anticiclón, que también favorece la acumulación de contaminantes.
En este #VídeoAEMET te lo explicamos
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Sin embargo, en invierno se cambian los papeles. Cuando un anticiclón llega en esta estación, "el aire más frío no se acumula en áreas altas sino en zonas más bajas", motivo por el que las temperaturas son más altas conforme descendemos. Así se explica que en el puerto de Navacerrada se hayan registrado unos 7ºC, mientras que en el valle del Tajo, en Aranjuez, la cifra haya sido de -3ºC. Sin viento y sin nubes que incomoden, el aire frío se queda encajonado en estas zonas más bajas, como está sucediendo en puntos del interior peninsular. Nada lo mueve de ahí hasta que la atmósfera nos traiga novedades, como la entrada de un frente o una borrasca.
Heladas y nieblas: efectos de la inversión térmica
Esta inversión térmica está dejando heladas débiles en buena parte del interior y nieblas persistentes en zonas del valle del Ebro y Guadalquivir, sobre todo. Los modelos de predicción han estimado, con algo de incertidumbre, que el anticiclón pueda seguir con nosotros como mínimo hasta la próxima semana, aunque la entrada de un frente este viernes podrá acabar con las brumas en el cuadrante noroeste peninsular, donde repartirá nubosidad y alguna precipitación.
Cámara de tráfico de la DGT, en la que puede verse la niebla abarcando la desembocadura del Manzanares en el Jarama a la altura de Rivas. Se ve a la derecha de la foto, los cortados del Jarama emergiendo del mar de nubes pic.twitter.com/5F8oIGr0yh
— Álvaro Oliver (@alvaroliver) 2 de enero de 2020