De Granada a los Pirineos: las nevadas más copiosas en las sierras de España

Los avisos por acumulaciones intensas de nieve previstos para el pasado fin de semana ya avecinaban lo que esperaban nuestros sistemas montañosos. ¿El resultado? Cientos de metros cuadrados teñidos de blanco que han inundado las redes sociales de imágenes invernales. Para la mayor parte de estaciones de esquí ha supuesto todo un alivio tras el momento tan duro que están viviendo, cerrando un invierno muy flojo en cuanto a nevadas se refiere. Un pequeño regalo que ha dejado el paso de la borrasca Norberto, pero que aún es insuficiente. Te enseñamos cómo han quedado las montañas de nuestro país tras este fin de semana.

La borrasca Norberto, -la cuarta que afectó a la Península en tan solo una semana-, envió el viernes pasado un potente frente frío que daría lugar a un episodio intenso de nevadas y granizadas en zonas altas y bajas de la Península.

La cota se situó a tan solo 600 metros de altura en numerosas áreas montañosas de la meseta norte. Muchos aprovecharon para subir con el coche y sacar su equipamiento de invierno.

A su vez, las estaciones se frotaban las manos ya que se preveía que muchas podrían recuperarse después de concluir la temporada de esquí a mitad de febrero. A excepción de Pirineos, el batacazo del calor se ha sentido en todas nuestras cordilleras, donde los aludes y el deshielo han obligado a cerrar las estaciones.

Eso sí, las acumulaciones que se han registrado este fin de semana –que dejan un metro más de nieve en la Cordillera Cantábrica y Pirineos-, supone todo un repunte para muchas, que ya han podido reabrir algunas pistas, como es el caso de San Isidro o Fuentes.

El Pirineo navarro no ha dejado de ver nevar en todo el fin de semana y los vídeos en redes sociales presentan toda una estampa típica de invierno.

De igual forma, en la estación de Candanchú el fuerte viento se encargó de distribuir la nieve por todas las cordilleras y, con la llegada del sol, se puede ver una impresionante montaña cubierta totalmente de blanco entre casas y árboles.

El bajonazo de temperaturas no se iba a notar únicamente en la meseta norte, sino que también dejaría una sensación más gélida en el sur. De hecho, Sierra Nevada también registró nevadas algo menos copiosas pero que pintaron ligeramente su paisaje montañoso.