Veranillo de San Miguel: analizamos si habrá y en qué zonas

Aunque puede parecer precipitado, ya es posible aventurarnos a confirmar si el verano se alargará un poco más apenas una semana antes de que termine. A todos los que esperan buen tiempo en las zonas tradicionalmente cálidas no les va a gustar lo que indican los modelos

Inestabilidad en zonas de playa

Nuestra meteoróloga, Rosalía Fernández, sostiene que la inestabilidad de los últimos días, y característica principal del tiempo desde el arranque de septiembre se va a mantener hasta final de mes.

Fernández apunta a "inseguridad con posibilidad de tormentas" en todo el arco mediterráneo. De nuevo, Cataluña, Levante, Baleares, sudeste andaluz, Ceuta y Melilla serán las zonas más inestables y donde, parajódicamente, el veranillo de San Miguel puede brillar por su ausencia.

Los modelos apuntan a continuas formaciones de DANAS en estos puntos. Cabe recordar que el récord de temperatura máxima alcanzada este verano en el Mediterráneo tiene mucho que ver. Hasta que el agua del mar no vaya perdiendo grados es muy probable que esta tónica se repita con insistencia.

Pero, ¿nos quedaremos sin veranillo en toda España? La respuesta de Fernández es "no" porque los modelos "señalan en este momento a una tendencia clara a la estabilidad". Sorprenderá decir que será el norte peninsular donde este veranillo se va a hacer más evidente... sin embargo, así va a ser.

Las altas presiones van a garantizar el buen tiempo para terminar septiembre tras un verano marcado por las temperaturas bajas y la inestabilidad persistente. Las costas gallegas, como en los últimos días, podrían despedir el mes con temperaturas de verano y cielos azules.

Y es que nuestra meteoróloga recuerda que el veranillo de San Miguel "puede variar ligeramente" pero siempre termina llegando fiel a su cita marcando un periodo de tres o cuatro días de temperaturas "suaves y muy agradables".

En ocasiones, se ha llegado a retrasar hasta casi mitad de octubre pero ha terminado llegando borrando del mapa el arranque del otoño y devolviéndonos de pleno a los mejores recuerdos del verano. Sin embargo, este año parece que sí llegará fiel a su cita.

¿Por qué nunca falla?

Fernández saca el lado positivo indicando que "se trata de coger fuerzas para la inmersión plena en el otoño" y, posteriormente, el invierno.

Este receso se debe a lo que sucede en la atmósfera. Septiembre, como marzo e, incluso, abril, es un mes complicado en el que todas las fichas del tablero están en movimiento. Poco a poco, las masas de aire cálido pierden fuerza y se desplazan de latitud mientras que las masas de aire frío empiezan a merodear nuestras latitudes.

Entre unas y otras no hay otra cosa que una lucha de titanes que suele resolverse a finales de meses con las últimas incursiones de masas de aire cálido reforzadas por el anticiclón de las Azores antes de que las borrascas atlánticas empiecen a barrernos.

Digamos que es el último suspiro del verano y, además, no es exclusivo de España. En Europa, por ejemplo, es conocido como Indian Summer y, como aquí, el verano recobra energía y se impone a sabiendas de que tiene la batalla perdida.

El veranillo de San Miguel, no siempre

Aunque este año confiemos que no sea de forma tan torrencial, ha habido ocasiones en las que el veranillo también ha traicionado a las zonas de playa del Mediterráneo y lo ha hecho con saña.

Una de las últimas ocasiones fue en 2012 con lluvias muy fuertes e inundaciones entre Málaga y Alicante afectando, por tanto, a Almería y Murcia.

Años antes, en el 97 también se dio la misma circunstancia y se estiramos el calendario y tenemos en cuenta que puede llegar antes o después del 29 de septiembre, nos daremos cuenta de escenarios similares, por ejemplo, en 2007 con lluvias torrenciales en la provincia de Alicante.

Esperemos que la inestabilidad prevista para este año no rescate del recuerdo aquellos episodios de gota fría.