Las nubes lenticulares: pueden ser confundidas con ovnis y a veces lo han sido
Las nubes lenticulares son relativamente infrecuentes y presentan una forma muy característica: conoce su origen y qué tiempo auguran
Hay nubes de todo tipo: algunas auguran lluvia, otras se mezclan con el cielo azul sin suponer ninguna amenaza... y otras nos llaman la atención por su belleza o por lo peculiar de su forma. Es el caso de la nube lenticular, un tipo de formación relativamente rara, no solo por la frecuencia con que aparece, sino por lo extraño de su aspecto, similar al de un ovni. ¿Qué son las nubes lenticulares y cómo se forman?
Nubes lenticulares: ¿Cómo se forman?
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Este tipo de nubes son conocidas por su forma de platillo volante y su extraña belleza, y solemos encontrarnos con ellas en zonas de montaña, algo que, lógicamente, tiene mucho que ver con las causas que provocan la aparición de este tipo de nubes. Tal y como recuerdan desde la web Meteorologíaenred, estas nubes se forman en la troposfera, es decir, en la capa más baja de la atmósfera.
Para que pueda formarse una nube lenticular es necesario que se den varias condiciones atmosféricas y ambientales: un flujo de viento ascendente relativamente fuerte y una inversión térmica. Es más sencillo que esto ocurra en zonas de montaña porque éstas actúan como barrera que obliga al aire a ascender. El resultado es que el aire se enfría al subir (a causa de la inversión térmica) y, si se trata de aire húmedo, éste se irá condensando a medida que descienda la temperatura en altitud.
Así aparecerá la nube lenticular y su característica forma. Ésta se relaciona con el hecho de que la inversión térmica se produce de forma estable, de manera que, cuando el aire sube sobre la superficie de la montaña, éste desplazará el aire cálido superior, que volverá a bajar y creará zonas donde quede atrapada la humedad condensada. De ahí la forma lenticular o ‘de lenteja'.
Si te encuentras con ellas, las identificarás por aparecer aisladas de otras nubes, así como por su morfología, que suele presagiar lluvias, según los montañistas. Además, los pilotos (exceptuando a los planeadores) las evitan porque traen de la mano grandes movimientos verticales de aire. Al contrario, cuando el objetivo es planear a gran velocidad, se trata de la nube perfecta, ya que, además de la gran velocidad del aire, es fácil detectar dónde se encuentra la corriente al observar la forma de la nube.