Iker Casillas estaba senatdo tranquilamente en el banquillo hablando con algún familiar o amigo a través de una videoconferencia hasta que aparecieron por allí Thiago y Bartra. Los dos jugadores le quisieron gastar una broa al portero pero éste se dio cuenta e incluyó a Bartra en la llamada que incluso saludó y se quedó un rato con el capitán de la Roja.