Bruno Senna fue uno de los tres pilotos elegidos por los aficionados para tener cinco segundos de potencia extra, pero no le dio tiempo a sacar partido de ello. Un accidente en la primera vuelta en el que golpeó su coche contra las protecciones le partió las suspensiones delanteras y tuvo que retirarse. Con el coche en medio de la pista, tuvo que salir el Safety Car, un BMW i8.