Un movimiento sospechoso bajo el edredón, seguido de una carrera hacia el baño con cara de felicidad máxima y un saludo a sus compañeros aún despiertos que charlaban en el jardín levantó la sospecha. La conclusión de lo sucedido fue que Sofía estaba “de maniobras” íntimas, algo que al día siguiente ella misma no negó…