¿Evolución o involución? Así estaban los concursantes de ‘GH DÚO’ en su primer reality y así están ahora

Kiko Rivera, del abandono al todo por ganar

Kiko Rivera dio su salto a los realities en ‘SV 2011’. Aparte de sobrevivir más bien poco, participar casi nada y abandonar alegando gota (algo que muchos aún siguen dudando), no hizo mucho más. También pasó por ‘GH VIP 3’, pero describir su experiencia sería repetirnos. Fue como en ‘SV’ pero un poquito peor y más corta aún si cabe…

Ahora, con el paso de los años y una confesión que lo aclara todo, Kiko ha llegado a ‘GH DÚO’ totalmente renovado. De la mano de su mujer, Irene Rosales, sin el lastre de una adicción que no le dejaba ser él y con toda el ansia viva de llevarse el premio final. ¡Un cambio absolutamente radical! ¡Bravo Kiko!

Ylenia o como pasar de estar incontroladamente desquiciada a solo tremendamente tensa

Ylenia participó también en ‘GH VIP 3’. Allí coincidió, entre otros con Kiko Rivera, con quien sacó a relucir su temperamento y su furia. De hecho, su ira exacerbada era tal que desde su participación en esta edición del VIP hasta su entrada en ‘GH DÚO’ ha vivido todo un cambio que ella misma se impuso.

Dejó el mundo de la noche, desapareció de la televisión durante una larga temporada e intentó trabajar mucho sobre el control de sus emociones. Ahora, en ‘GH DÚO’ cierto es que sigue siendo la misma, sigue enfadándose un poquito fuerte, a veces se le va, pero hay un cambio brutal en ella: es consciente de todo, ella misma se reconduce y pide perdón por sus ofensas. ¡Vas bien Yle, sigue progresando!

Sofía Suescun: de hablar sin pensar en las consecuencias a contar hasta diez

Es impulsiva, es directa, es dura y poco le importa lo que piensen los demás o lo que a los demás duelan sus palabras. Así ha sido Sofía Suescun, ganadora de ‘GH 16’ y ‘SV 2018’, hasta el momento. Con su afilada lengua podía hundir en la más absoluta miseria a compañeros de reality y echarse al mundo encima por sus desafortunados comentarios. Su ‘modus operandi’ era claro: ofendo y pido perdón.

Pero en la flor de la vida también se madura. Y cuando son muchos los toques de atención o te reinventas o te arriesgas a morir televisivamente hablando. Y eso no. Nunca. (A su madre Maite Galdeano podría darle un parraque si eso sucediese). Así que la Suescun ha puesto remedio: pensar antes de hablar. Parece que en sus primeros días en ‘GH DÚO’ casi lo está consiguiendo. Casi.

Antonio Tejado y sus abandonos, ¿se cumplirá eso de que no hay dos sin tres?

Antonio Tejado es un experto en abandonar realities. Es así. Pero no lo hace de cualquier forma, no, el pobre tiene mala suerte y se lesiona. Así le sucedió ¡dos veces! en ‘SV’. El problemilla es que hay quien duda de esas lesiones y le acusa de ser un poquito mentiroso. Con el paso de los años ha vuelto a jugar a los realities. Esta vez no lo ha hecho solo, ha entrado en ‘GH DÚO’ junto a Candela, su ex (o no, porque ellos aún no tienen claro qué son). Ahora las condiciones son casi más duras que las que vivió en Honduras, ya que la relación de ambos es tremendamente complicada, así que algo habrá cambiado el muchacho.

María Jesús Ruiz, de drama en drama y tiro porque me toca

Algunos participantes de ‘GH DÚO’ han cambiado mucho de su primer reality hasta el momento, otros un poco y una, concretamente María Jesús Ruiz, podría decirse que nada. La ex miss tiene el drama en las venas, está poseída por el show, no le va el segundo plano y es que no lo puede evitar. Lo único que cambia es el protagonista de su drama, que suele pasar de un ex a otro, y su interpretación, eso también. De aquí al Oscar.

Carolina, de especialista en frases hechas a cum laude del arte de la palabra

A Carolina la conocimos en ‘GH 11’. Y desde ese momento no ha desparecido de nuestras vidas. Ya por entonces destacaba por su verborrea y sus ocurrencias, algo que ha perfeccionado con los años y ha mejorado como el buen vino. La colaboradora de televisión, entre otras artes, es rápida y ágil, tiene respuesta a todo y podría montarse su propio diccionario de la vida. Es el vivo ejemplo de cómo evolucionar sin perder la esencia.