Comienza la primera prueba semanal de ‘GH10'

CELIA MOLINA 22/09/2008 11:09

Algunos, como Mirentxu, siguen pensando quetodo es una broma y que pronto les van a cambiar de casa. Otros, como Gisela, siguen soñando con poder darse un buen baño en un sofisticado jacuzzi. Pero esta mañana, a eso de las once y media, la llamada de ‘El Súper’, ha confirmado que la cosa va en serio y que todos los concursantes deben ponerse manos a la obra para superar la primera prueba semanal de la décima edición de ‘Gran hermano’ : dejar la casa como una patena.

Dos de los concursantes que, de momento, parecen tener más fuerza dentro de la casa han sido llamados al confesionario. Primero el presentador de televisión procedente de Sabadell y luego la alocada concursante granadina, que ha sido la encargada de leer a sus compañeros los pasos a seguir para superar su primer reto dentro de la casa. “No tenemos agua corriente, sólo en el baño”, les ha notificado Ana a los demás concursantes, al tiempo que les describía las tareas semanales. “Tenemos que ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente. Con los ingredientes que nos dejarán diariamente en el almacén tendremos que fabricar ocho barras de pan. Tenemos un gallo y ocho gallinas ponedoras. Hay que mantener el corral siempre muy limpio, quitar la paja que sobre, fabricar nidos para las gallinas y recoger los huevos por la mañana y por la noche. Además, la casa tiene que quedar perfectamente limpia y los muebles no se pueden mover, nada de dormir en el salón”. Germán , Ana ,

Esta prueba semanal sólo durará dos días al celebrarse la siguiente gala el próximo martes, aunque los habitantes de la casa de ‘GH1’ no lo saben con certeza. Saben que deben superar la prueba en dos o tres días pero por lo demás la incertidumbre sigue siendo total y absoluta. Todavía no se han repartido las tareas entre ellos, aunque Mirentxu se inclina por la fabricación del pan y Almudena, Eva y el recién bautizado ‘Palomares’ prefieren encargarse de las gallinas. Como tienen que esperar a recibir los ingredientes, todos han optado por ponerse primero a limpiar la casa a conciencia.

Un buen desayuno para coger fuerzas

Muchos de ellos temían que se iban a tener que poner a limpiar con el estómago vacío. ‘Vamos a adelgazar mucho en esta casa’, ha insinuado Gisela. La alegría se ha apoderado de la casa cuando Ana les ha dicho a sus compañeros que el desayuno estaba en el almacén. Leche, café, fruta, chocolate…todo lo necesario para cargar las pilas y ponerse manos a la obra.

Mientras, en la otra casa, ha hecho la cama con dificultades debido a la estructura redonda del mueble y poco más…Hasta que no lleguen los nuevos inquilinos la feliz parejita disfrutará al máximo de la amplitud y la tranquilidad de la casa cero. Gema