Todo empezó al comentar que la organización de 'Gran Hermano 12' había dado kiwis a los concursantes para que fueran mejor al baño. Esto derivó en los interminables 15 días que Mireia había estado sin visitar el W.C. Momento que Mercedes Milá vio de lo más oportuno para hablarnos de una de sus pasiones más íntimas. "Cuando yo me siento en el retrete arde Troya", gritó la presentadora.
La presentadora, que ya había declarado en otras ocasiones, concretamente en la séptima edición de 'Gran Hermano', que le encanta orinar en la ducha, y además defendió a uno de los concursantes que había sido atacado por ello, explicó a los espectadores que los temas escatológicos le fascinan: "Es un tema que me encanta, mis hermanas estarán diciendo 'Mira cómo goza ella con lo guarra que es y con lo que le gusta hablar de cacas y de pedos y de todo esto'".
Y anticipándose a las críticas más corrosivas, la Milá nos recordó que ir al tigre es tan necesario como comer y dormir: "Porque yo no he crecido todavía, dirán los críticos 'Ay, pobre Mercedes Milá
Al final, y al ver la vehemencia con la que Mercedes Milá trataba el tema, 'Gran Hermano' amenizó la gala con un recital de pedos y sonidos desagradables. La presentadora, entusiasmada, confesó que los sonidos que se estaban escuchando no tenían nada que ver con los suyos. "No tiene nada que ver con los míos estos ruidos. Donde haya un pedo bueno, esto no tiene nada que ver", concluyó orgullosa Mercedes.