Yolanda Ramos le ha hecho una pregunta sencilla y directa a Lucía Caram, partiendo de una experiencia personal: “Cuando yo era pequeña, había muchas cosas que no entendía y me gustaba pensar que había un ser superior que podría darme las respuestas. Sin embargo, cuando me hablaron del Dios de la Iglesia, sentí mucho miedo. Era un Dios castigador, que condenaba todo lo malo que yo pudiera hacer. Tú seguramente me vas a decir que Dios no es malo, que no puede ser malo; pero un Dios así, ¿para qué sirve?”, le ha preguntado a una monja que está fuera de las normas de la Iglesia. Sor Lucía ha respondido: “Dios es el amor”.