La cancelación de la boda de Waldo es una noticia que no sorprende a nadie, a excepción de Alicia y de Edgar, el hermano de Mayarí y mejor amigo de Waldo. Otro matrimonio, que parecía consolidado, corre peligro; Susana, la mujer de Héctor, ha decidido tomarse un tiempo. Guille tampoco atraviesa un buen momento, ya que Déborah tiene claro que, cuando su hijo nazca, lo dejará al cuidado de sus padres. Por otra parte, en la cuenta bancaria de Javier aparecen tres millones de euros; error o no, el médico no tiene en mente modificar su rutina y continuará la guerra con Maca por la dirección.
Mientras, la falta de horas de sueño pasa factura a Rai en quirófano, donde comete una imprudencia que le podría acarrear graves consecuencias. Además, el hijo de Fernando le pide que alargue su estancia en el Central para no volver a la cárcel.
Entre las tramas médicas, destaca el ingreso por herida de bala de un ladrón, de un abuelo confundido con un pederasta y el de un camello; todo se debe a un mismo hombre que ha optado por tomarse la justicia por su mano y que también lo hará dentro del hospital.