Air Nostrum homenajea a su primer presidente con el bautizo del avión Emilio Serratosa

Al acto, celebrado en el hangar que la aerolínea tiene en sus instalaciones de Valencia, han asistido miembros de la familia Serratosa y directivos de la compañía, así como los presidentes y primeros ejecutivos que ha tenido Iberia en los últimos 22 años.

El presidente de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, ha rendido tributo al fundador, del que ha dicho haber aprendido aspectos importantes de la empresa, las personas y la vida, "principios de la vieja escuela que no pasan de moda como el valor de la palabra dada y esa educación exquisita que siempre demostró en el trato hacia aquellos que trabajábamos para él".

"Quiero que este avión le recuerde para siempre a nuestros pasajeros que en Valencia nacen empresarios con mayúsculas que, además, son caballeros de ley", ha subrayado Bertomeu.

Por su parte, Emilio Serratosa ha rememorado la ilusión que sintió cuando llegó el primer avión, el 9 de diciembre de 1994, y ha señalado que hasta la fecha han pasado más de 100 aeronaves por la flota de la compañía.

El homenajeado también ha tenido unas palabras para los más de 6.000 empleados que han pasado por Air Nostrum y se ha mostrado orgulloso de su proyección profesional, que ha llevado a algunos de ellos a puestos de alta responsabilidad en otras aerolíneas.

Precisamente ha querido acompañar a Serratosa en el homenaje Luis Gallego, actual presidente de Iberia, que fue director técnico del taller de mantenimiento de Air Nostrum hasta 2006. También han asistido predecesores de Gallego en Iberia como Ángel Mullor, Antonio Vázquez, Enrique Donaire, Fernando Conte y Rafael Sánchez Lozano, todos ellos vinculados al pasado y presente de la relación que han mantenido Iberia y Air Nostrum durante estos años.

Asimismo, ha estado presente en el homenaje otro ex Air Nostrum, Fernando Candela, actual presidente de Iberia Express, que fue director de Planificación y Control de Gestión en la aerolínea valenciana.

Emilio Serratosa, visiblemente emocionado, ha desvelado que su afición al campo le impulsó a poner al primer avión de la compañía el nombre de Aladierno, en una metáfora de la tenacidad y capacidad de superación de dificultades de la aerolínea, similar a la persistencia del aladierno, un arbusto mediterráneo que crece robusto y fuerte en cualquier tipo de terreno y que se mantiene verde todo el año aunque haya sequía.