Amparo Climent da voz a los emigrantes subsaharianos en 'Las lágrimas de África'

Este relato, que se estrena este viernes y que se presentará para optar al Goya al mejor documental, está contado en primera persona con el fin de relatar desde una posición cercana los saltos a la valla, la convivencia en los campamentos de Bolingo o en el monte Gurugú.

Según ha señalado Climent este jueves en la sede de AISGE, tras la proyección del documental, uno de los objetivos de esta cinta ha sido contar una historia desde una perspectiva poco dramática y alejada de lo "lacrimógeno".

Tal y como ha relatado, todo comenzó cuando viajó a Melilla con la intención de desarrollar un proyecto artístico. Allí descubrió una ciudad "maravillosa y fascinante", que apenas conocía a pesar de haber viajado en numerosas ocasiones con varias obras de teatro en las que participaba.

El detonante de esta película fue el viaje que realizó al monte Gurugú, en Marruecos, el lugar donde se esconden los emigrantes subsaharianos antes de intentar cruzar la frontera con España.

Allí, varias personas que huían de sus países de origen y que intentaban cruzar el Mediterráneo le regalaron a Climent varios dibujos y cartas, en los que ilustraban sus deseos de encontrar un hogar y en los que pedían ayuda "a Europa y al mundo".

Por ello, al margen de su proyecto documental, Climent organizó una exposición en Madrid a la que invitó a más de un centenar de artistas, con el objetivo de que esos dibujos pudieran dialogar con otras creaciones. Según ha indicado, el resultado fue muy positivo y las ganancias que se obtuvieron con las ventas fueron destinadas a una escuela de Mali que pudo continuar su actividad durante dos años más.

Posteriormente viajó al Parlamento Europeo, donde denunciaron la situación en la propia cámara, así como con la misma exposición y una performance a las puertas de dicha sede.

CONVIVENCIA EN EL MONTE GURUGÚ

Durante el trabajo de campo que realizó en el monte Gurugú, Climent se convirtió en una persona más en aquel lugar, al convivir y dormir varios días como si fuera uno más de los emigrantes que pasan allí los días, según ha contado.

En este documental se puede observar a la actriz recoger el testimonio de varias personas: historias de "esperanza" en las que sus protagonistas eran en ocasiones chicos jóvenes, de "apenas 20 años", así como mujeres embarazadas y otras que no habían conseguido llegar a tiempo al otro lado de la valla para poder dar a luz.

El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, una de las voces que participan en este documental, ha aplaudido que 'Las lágrimas de África' muestran el "sufrimiento" de estos emigrantes y ha lamentado que lo que más le estremece es la "indiferencia". "Dar la espalda a una sociedad ha sido un horror", ha recalcado.