Los padres de Asunta no han disfrutado de permisos aunque ya han cumplido un cuarto de condena
Cinco años después ya podrían disfrutar de permisos, si se los conceden. Pero de momento los padres de Asunta no han salido de prisión. Instituciones penitenciarias no aclara si han solicitado ese derecho o no se lo han concedido.
La teórica de todo preso que, en segundo grado, alcanza un cuarto de condena, como es el caso de Alfonso Basterra y Rosario Porto, es que salgan 37 días al año, repartidos de siete en siete. La concesión la decide la junta de tratamiento que valora datos objetivos como el tipo de delito y el riesgo de quebrantamiento de condena o reincidencia. Pero hay otros factores subjetivos. Se valora el comportamiento en prisión y la personalidad anómala o la repercusión negativa de la salida.
Rosario Porto ha protagonizado varios episodios de ingesta de pastillas y otras sustancias. La última vez lo hizo para que no la cambiaran de cárcel. Esa inestabilidad jugaría en contra suya. Otro dato es la red familiar y en este caso los padres de Asunta están aparentemente muy solos. Rosario no tiene arraigo conocido pero si patrimonio para sobrevivir.
Alfonso no tiene dinero, ni casa, pero si una familia con la que pasar los permisos. La motivación que haga la junta, será supervisada por el juez de vigilancia penitenciaria. En la mitad de la condena obtendrán tercer grado y podrán disfrutar de la semilibertad pero al final cumplirán los 18 años íntegros. Saldrán con más de 60 años, probablemente sin reconocer el crimen y por tanto sin explicar por qué asesinaron a su hija.