Drew Nieporent, el socio de Coppola y De Niro en el negocio de la gastronomía

"Un restaurante se tiene que mantener por sí mismo. Si no es así, no va a funcionar por muchas celebridades que tengas detrás", ha asegurado Nieporent en una entrevista con Efe, con motivo de su participación en el congreso San Sebastián Gastronomika, que hoy tiene a Nueva York como ciudad invitada.

Son palabras de alguien que creó junto a De Niro el "Tribeca Grill", de Nueva York, hace 20 años, cuando no era habitual la implicación del mundo del cine en la esfera culinaria, y que después fue sumando socios como Sean Penn, Bill Murray, Ed Harris y Christopher Walken, entre otros.

Junto a Coppola dio vida al "Rubicon", de San Francisco, al que se unió Robin Williams. Aprovecharon, de paso, el potencial que suponía para su oferta gastronómica la bodega propiedad del director de "El Padrino" en California.

Uno de los grandes hitos del imperio Nieporent fue la alianza que firmaron De Niro y él con el prestigioso chef japonés Nobuyuki Matsuhisa y que ha permitido la inauguración de una veintena de restaurantes "Nobu" en diversas partes del mundo en dieciséis años, esta vez sin alargar la lista de propietarios por deseo del actor, precisa.

Nieporent ha aprovechado las "oportunidades globales" para llevar su negocio, agrupado en el Myriad Restaurant Group, a lugares como Londres, Singapur y Dubai, y ha tenido en cuenta la variedad culinaria para diversificar su oferta, con restaurantes de comida japonesa, mexicana, italiana y francesa, entre otras.

Hace catorce años, en su primera visita a España -esta es la segunda- regresó a su país con la idea de abrir un local de comida "auténticamente" española, pero la desechó al no encontrar a un jefe de cocina adecuado.

Tener a un gran chef al frente de sus restaurantes es algo fundamental para este hostelero, que ha contado entre otros con David Bouley, también presente en San Sebastián y que fue jefe de cocina del "Montrachet", el restaurante que Nieporent abrió en el barrio neoyorquino de Tribeca en 1985, donde surgió el vínculo con De Niro porque era un asiduo.

Sobre si esa relación con el protagonista de "Taxi Driver" se ha enfriado o no, no se ha pronunciado el estadounidense, que tiene como máxima ponerse "en el lugar de los clientes" para ofrecerles lo que buscan y que no es necesariamente creatividad.

"La creatividad es un elemento de la cocina pero no el más importante. A veces confunde al cliente. Los restaurantes italianos tienen mucho éxito porque quien acude sabe exactamente lo que va a comer", ha destacado.

Opina que la labor creadora puede ser "un factor de presión extra" para el chef, y que lo que no puede hacer un cliente es ver cómo pasan los minutos sin comida en el plato.

"Hay que encontrar un punto de equilibrio entre la eficiencia y la velocidad", ha asegurado.

Para añadir que en Nueva York, donde tiene gran parte de sus restaurantes, los precios del sector inmobiliario "lo marcan todo", porque, ha dicho, es "la ciudad más vibrante del mundo", pero ha indicado que con la crisis económica los propietarios de muchos locales están abaratando los alquileres para estimular la apertura de este tipo de negocios.

A Nieporent, que meses atrás visitó Barcelona, en lo que define como una "experiencia fantástica", le gusta probar la comida de "sabor auténticamente español". Por eso, en Guipúzcoa, ha optado por cenar fuera del circuito de la alta cocina. Ayer lo hizo en Tolosa y esta noche acudirá a Getaria.