La Fiscalía podría reabrir la agresión sexual del Chicle a la gemela de su mujer
Es el furgón que traslada a Jose Enrique Abuín a la prisión de A Lama. Le alejan de Teixeiro porque corría varios peligros; el primero el clan de los Fanchos, al que pertenecía el Chicle y que el delató. El segundo es evidente, no era adecuado mantener a Abuín rodeado de presos comunes, algunos con ganas de que aplicarle la ley de la cárcel contra violadores. “Estará más tranquilo” asegura su letrado, José Ramón Sierra.
En A Lama cumplirá la condena que tiene pendiente por narcotráfico y las preventivas por el crimen de Diana y el intento de rapto de Boiro. Pero podrían acumularle la agresión sexual a la hermana gemela de su mujer. Le denunció cuando tenía ella 17 años, pero al ver que la familia no la apoyaba, no la ratificó en el juzgado. Nunca la retiró y no ha prescrito. La Guardia Civil le ha tomado declaración y la fiscalía ha confirmado que están estudiando reabrir el caso.
Un primer informe de autopsia ha sido entregado esta mañana en el juzgado. Es fundamental confirmar que no la atropelló y que Diana murió asfixiada. Falta saber el mecanismo de la muerte, ¿estrangulada con las manos o con un brida? Y sobre todo falta saber si hubo agresión sexual. El Chicle en su confesión sin abogado admitió el crimen pero no la violación. La inminente inspección ocular muy intensa en el pozo buscando rastros de la muerte de Diana podría completarla. El abogado de José Enrique Abuín ha deslizado la posibilidad de que sí participe en una reconstrucción.