Javier Gurruchaga: "Al público le da morbo ver cómo sus ídolos van envejeciendo a pasos agigantados"

Apoyados por una banda base, los artistas desgranan sus éxitos, invitan a los asistentes a subir al escenario a beber unas cervezas en la barra instalada sobre las tablas y, en definitiva, a ser parte de la fiesta. "Colaboramos unos con otros y cantamos nuestras canciones más emblemáticas para disfrutar de una noche inolvidable", explica Nacho Campillo a Europa Press.

"También es interesante tener en cuenta que al público le da morbo ver cómo sus ídolos van envejeciendo a pasos agigantados, podemos tirarles la dentadura", bromea Javier Gurrachaga provocando las risas de Urrutia, García Vega, Stivel y Campillo, todos ellos presentes en la distendida charla con Europa Press, en la que solo faltan Coti y Carbonell.

García Vega aprovecha para, entre las risas, recalcar que "esta es la cuarta edición en Marbella y se agota siempre con antelación", algo que Campillo argumenta asegurando que a la gente "le hace ilusión escuchar canciones que conoce desde hace mucho tiempo, pero con versiones modificadas y combinando artistas".

Así, Urrutia pone en valor el repertorio "inigualable" que logran reunir entre los siete: "Ya quisieran muchos grupos que vinieron después de nosotros tener estas canciones. Lo importante es el repertorio, porque las canciones permanencen. Y además, ya no queda mucho para que los propios intérpretes que las hicimos las cantemos".

EL SECRETO DE LOS OCHENTA

Para Campillo, el secreto de la vigencia de las canciones de los ochenta es que tienen un "espíritu muy directo, son muy espontáneas, es música escupida más que trabajada y compuesta y eso parece que hace que resistan mejor el paso del tiempo".

"Tienen un sello muy especial y original de quienes las compusieron y cantaron y eso permanece muy sólido a través del tiempo. En todos los países donde se hacía pop en los ochenta permanece como una época intocable con un magnetismo bestial", añade Campillo.

Eso sí, todos coinciden al recordar que huyen de la nostalgia y que actualmente cada uno continúa con su propia carrera en solitario. Se trata, por tanto, según apuntan, básicamente de celebrar la música sin pensar en fechas de caducidad.

"Es una fiesta de una noche de verano", sentencia Stivel, antes de que Campillo asegure que ellos ven que "la gente se lo pasa de maravilla en sus caras de felicidad". "Y los jóvenes también se van a divertir, tenemos ganas de llegar a todo el mundo con este repertorio tan directo", concluye Gurruchaga entre carcajadas.