Brutal paliza entre turistas británicos en un hotel de Magaluf, en Mallorca

Este joven británico salta por el balcón de la habitación de su hotel de Magaluf, está huyendo aunque abajo en la calle la gente no lo sabe. Algunos le jalean, le deslumbran con un puntero laser, otros le piden que no haga balconing... Y no quiere hacerlo; la confusión es máxima de madrugada con tanto borracho en Magaluf. El joven se pasea por el borde exterior de los balcones y se desplaza hasta que habla con otra compatriota que, temeraria, también se pasea por el borde de la barandilla, intentando convencerle para que no se tire. Pero no se quiere tirar, sólo pretende huir. Desde el último piso del hotel otro cliente del hotel casi le ordena que vuelva a su habitación. El joven, reticente, al final cede y vuelve a una habitación, manteniendo el equilibrio sujetándose a las barandillas de los balcones. El público aplaude, grita, se emociona. Creen que han evitado un suicidio o un accidente de los muchos que ocurren entre los turistas borrachos de Magaluf. Pero lo que no saben es que el joven no es tan osado ni está tan borracho. Estaba pidiendo auxilio para otro británico que al mismo tiempo recibía una brutal paliza en el pasillo del hotel. El joven agredido había subido a llamar la atención de dos clientes que no paraban de tirarles cosas por el balcón. La bronca fue descomunal. Y los dos clientes le golpearon en la cabeza a patadas, y con una botella rota le cortaron por el costado. Los dos agresores son también británicos. Durante tres minutos le golpean con tanta saña que nosotros dejamos de emitir estas imágenes por su brutalidad. El joven golpeado gravemente está en el hospital con pronóstico reservado. Los dos agresores, detenidos y puestos en libertad con cargos, tras declarar ante el juez esta misma mañana.