40 años de la muerte de Pasolini, un cineasta "solitario, alegre y que estorbaba ideológicamente"

La versión oficial contempla que Pasolini se dirigió a la estación Termini de Roma y recogió allí al joven Pino Pelosi, dirigiéndose posteriormente rumbo a la playa de Ostia. Esa fue la última vez que el cineasta fue visto con vida, puesto que pocas horas después aparecería su cadáver desfigurado y arrollado por un coche.

Pelosi fue condenado por este crimen a pesar de que siempre surgieron sombras en torno al crimen, empezando por los restos de AND en el coche de hasta cinco personas y siguiendo por la propia exculpación de Pelosi, quien asegura que la citada noche aparecieron otras personas que apalearon al director.

García ha explicado en una entrevista con Europa Press que este asesinato hay que abordarlo "con reservas, porque si se supiera la verdad probablemente no sería como se piensa". En su novela, el autor mezcla ficción con un "75% de realidad" y utiliza un lenguaje cercano a Pasolini a modo de homenaje al autor, partiendo de una supuesta investigación de un criminólogo y un profesor.

El autor ha asegurado que existen "muchos elementos" que ponían en riesgo la vida de Pasolini y apunta algunos nombres que han salido relacionados en los años posteriores a su muerte, como el de los hermanos sicilianos Franco y Giuseppe Borsellino o el por entonces presidente de la Nacional de Petróleos, Enrico Mattei, en el punto de mira del trabajo que Pasolini se hallaba escribiendo en ese momento, 'Petróleo'.

TEMERARIO Y VALIENTE

En cualquier caso, lo que sí descarta García es que el propio Pasolini supiera que iba a morir e incluso buscara esa muerte, señalada en sus proféticas palabras de su última entrevista: 'todos estamos en peligro'. "Que era temerario y valiente, sí; pero no buscaba una especie de expiación, aún tenía una madre que adoraba, proyectos de cine o escritura", ha aseverado.

Para García, a día de hoy el legado del director italiano continúa "vigente" en su búsqueda de reflejar un mundo "corrompido por el hedonismo y la superficialidad". "Vaticinó ese secuestro voluntario del espíritu crítico por parte de la vanidad, en una época en la que ni la televisión ni la publicidad tenían tanta importancia", ha señalado.

PAVESE, CALVINO, SARTRE...

Hombre de grandes amigos, Pasolini se rodeó de nombres como Roland Barthes, Jean Paul Sartre, Cesare Pavese o Italo Calvino, "con quien tuvo polémicas y discusiones muy grandes". "Era un solitario pero quería mucho a sus amigos, no tenía rencor y así lo demostró con Fellini, con quien mantuvo su amistad a pesar de no producirle su primer film 'Accatone'.

Por el contrario, considera que no ha dejado "herederos" de su arte, precisamente por ese talento innato del boloñés. "Tuvo secuelas, como por ejemplo esa moda del cine erótico medieval que a él le habría reventado, porque no era la intención de sus trabajos. Quizás el que más cerca estuvo fue su coguionista Sergio Citti con la película 'Ostia', producida por el propio Pasolini", ha concluido.