La UCO destapa un fraude en bebidas alcohólicas de 25 millones
Los agentes entran en la vivienda pertrechados. El delincuente además de estafar a Hacienda es narcotraficante. Tiene en sus casa cerca de 30 escopetas y una pistola municionada, con el número de serie borrado. Está en Bormujos (Sevilla) y es un museo del blanqueo; 40 relojes, 100.000 euros en cuadros que suelen alquilarle instituciones y museos andaluces, coches de alta gama (en total han intervenido 12) y mucho dinero. En total han intervenido en metálico 225.000 euros y en las cuentas corrientes bloqueadas hay 1 millón de euros. 46 inmuebles están intervenidos. En la casa de Valencia donde vive la abogada, cabecilla de la trama, había 70.000 euros, la mayoría debajo del fregadero. El gran fraude que les ha proporcionado tanto dinero asciende a más de 25 millones de euros. Llevaban 4 años sin pagar el IVA por las bebidas alcohólicas. La idea fue de la abogada, una mujer con antecedentes, que estaba en la lista negra de la ONIF. Su padre era transportista y ahora el custodio del depósito fiscal de Castellón de donde salían las bebidas por las que nadie pagaría finalmente el IVA. El IVA se devenga cuando el producto sale al consumo pero en este caso, una serie de empresas pantalla o “truchas”, dificultaban el seguimiento del producto. En realidad las botellas salían directamente del depósito a las distribuidoras aparentemente legales. Una de ellas perteneciente al narco sevillano. Los testaferros de las empresas pantalla eran captados la mayoría en las 3000 viviendas de Sevilla (hay 30). A cambio de un dinero daban el nombre y después desaparecían. De eso se encargaba el narco que iba todos los días a las 3000. En los seguimientos detectaron situaciones muy cómicas como la de otro de los detenidos que se puso a vender perritos calientes en el Festival de Benicasim, sin camisa, asando perritos. Eso es lo que se vía, lo que no se veía es todo lo que había logrado colocar en bebidas alcohólicas. De hecho es uno de los 4 detenidos que está en prisión. En la operación de la Unidad Central Operativa ha logrado paralizar la distribución fraudulenta de 300.000 botellas, muchas seguro que iban a ir a parar a las casetas de la Feria de Sevilla. El mercado es tan dinámico que no se habrá notado, pero los que hayan comprado a última hora seguro que habrán tenido que pagar el precio que es justo. Los delincuentes detenidos vendían más barato y reventaban el mercado, consiguiendo echar de la tarta a algunas empresas que no podían competir con el fraude.