Una bodega submarina

Raúl tiene 37 años, nació en El Bierzo en una familia productora de vino. Aunque quizá precisamente por eso, tardó en interesarse por este mundo. Pero cuando entró, lo hizo a conciencia. Tiene un paladar fino. Sabe lo que busca y busca donde haga falta lo que quiere. Está metido en la elaboración de distintos vinos. Ha conseguido toda suerte de elogios a su trabajo pero quizá los que más brillen sean los que le ha dedicado en los últimos años el gurú mundial del vino, el estadounidense Robert Parker, quien, además de considerarlo el mejor enólogo español del momento, le ha dado las mejores puntuaciones a varias de sus creaciones.

Se decanta por vinos con personalidad, sin importarle tanto que resulten imperfectos. Busca la sorpresa, experimentar y transmitir emociones a través de los caldos que elabora. Dice que deben hacerse a medida, como un traje. Le gusta probar suerte con variedades que nadie utiliza, y sacarles el jugo. En esta época, la de la vendimia, anda como loco de una bodega a otra.

Y es en este remanso del mar gallego donde encuentra un poco de tranquilidad. Se sumerge con su botella de oxígeno y baja a ver sus botellas ensortijadas entre estrellas de mar, nécoras y pulpos. Cuando sube con el botín, la cata se convierte en una fiesta a bordo del barco mejillonero que nos llevado hasta el lugar donde tiene escondida su bodega submarina.

Si el vino sale bueno, el regocijo es máximo. Significa que el experimento que está haciendo, funciona. Y que los corchos han resistido la embestida de las aguas y la presión a esa profundidad. Este vino no lo comercializa, sólo lo envejece así para disfrutarlo en compañía de sus amigos. Pero si la cosa va bien, ¡¡quién sabe de lo que puede ser capaz este hombre menudo lleno de energía!! Quieres denunciar una situación o enviarnos alguna sugerencia? Contacta con nuestro equipo de Reporteros en los teléfonos 91/395 93 08 - 91/395 95 41 o mándanos un email a reporteros@informativost5.com. Gracias por tu colaboración.