Como por arte de magia, un dispositivo logra acabar con los temblores del párkinson

William padece la enfermedad del Parkínson desde hace doce años. Gracias a un dispositivo que lleva implantado, cuando su hijo le acerca al pecho un control remoto, tras apretar un botón, en apenas tres segundos los temblores provocados por la enfermedad desaparecen. Parece magia, pero es ciencia. Se trata de un estimulador cerebral profundo; como un marcapasos, pero instalado en el cerebro.

“Consigue silenciar una actividad anormal del cerebro que se manifiesta como temblor, entre otras cosas”, explican los médicos.

Gracias a ello, es capaz de que William se quede quieto, que estire los brazos y queden inmóviles. Como él, muchos pacientes, aunque esta estimulación no puede acompañarles todo el tiempo.

“Existen unas baterías que funcionan aproximadamente como un móvil; hay que recargarlas cada dos tres días”, indican.

En España, la Seguridad Social cubre el coste, que asciende a 20.000 euros. En casos como el de Williams el control del temblor ha sido absoluto, aunque normalmente suele ser del 50%. Siete meses después de implantarle el estimulador, ha pasado de no poder dormir a usar incluso una motosierra.