Por segunda vez en la historia, un objeto hecho por el hombre ha alcanzado el espacio interestelar. Después de visitar Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, la sonda Voyager 2 de la Nasa salió de la heliosfera el pasado 5 de noviembre, es decir, de la burbuja protectora de partículas y campos magnéticos creados por el Sol.