El consumo de pollo desciende el 5,4%, castigado por la subida del 2% de los precios

El estudio refleja cómo los consumidores recompensan las bajadas de precio, mientras que penalizan las subidas. De esta forma, aunque el pollo es tradicionalmente un producto más barato y también más saludable, los consumidores premiaron la bajada de precios de la carne de cerdo aumentando sus compras.

De este modo, tras seis años de crecimiento, el pollo perdió un punto de cuota en 2014 a favor de la carne de cerdo, mientras que la bajada del 2,5% del importe de la carne de cerdo ha sido premiada con un aumento en sus compras del 0,8%.

Por otra parte, la charcutería se erige en uno de los nichos de mercado de mayor crecimiento en el mercado de gran consumo. Los españoles aumentaron las compras de estos productos el 0,7% el pasado año a pesar de encarecerse el 0,9%.

El estudio de Nielsen señala que este incremento se debe al desarrollo de productos innovadores, al fuerte componente salud de alguno de sus productos como el pavo, al desarrollo de nuevos formatos económicos como los loncheados a 1 euro y el abaratamiento de algunas categorías a priori más caras que, por ende, son más asequibles para las familias.

De esta forma, productos como el fuet (6,3%), el fiambre de pavo y pollo (3,7%) y el jamón curado (1,7%) ganaron en presencia en la cesta de la compra, en detrimento de clásicos como el jamón de York (-0,6%), el chorizo (-1,6%) y el salchichón y el salami (-2,8%).

El experto de servicios a la distribución de Nielsen, Roberto Butragueño, ha subrayado que la "carne fresca acumula dos años en negativo, tras caer el 1,4% en 2014, debido al alza de precios por encima del 1%, mientras que la charcutería mejora su crecimiento hasta el 1,6%".

"Son la cara y la cruz de una partida crucial de gasto de los españoles, pues 17,5 de cada 100 euros de gasto corresponden a estas dos categorías, lo que las convierte en el principal componente de la cesta de la compra", ha indicado.