Antón Reixa no logra pacificar una entidad en la que no faltan las voces críticas

Antes del inicio del cónclave, Reixa ha explicado esta tarde que no espera "mucha oposición" a estas cuentas, si bien ha admitido que pueden darse divergencias con "posturas minoritarias". "Solo tengo un frente abierto, que es la Ley de Propiedad Intelectual. Todo lo demás va con el cargo", ha apostillado.

Sin embargo, en el seno de la entidad no faltan las habituales voces discordantes, como el músico Juan Carmona, miembro de la Junta Directiva, quien al entrar a la Asamblea ha manifestado su total desacuerdo con Reixa.

A su juicio, "las cosas hay que hacerlas de puertas para dentro, cuidando" la imagen de los socios. "No se puede salir a la prensa diciendo lo que le da la gana, sin pedir permiso a la Junta. Esto parece una dictadura", ha recalcado.

Por su parte, Inés París, también miembro de la Junta Directiva, ha recordado que Reixa "ya fue ratificado con una mayoría muy grande en la penúltima Junta Directiva celebrada hace apenas dos meses".

En 2012 la SGAE repartió 384 millones de euros entre sus socios en 2012, según consta en el último Informe de Gestión anual, en el que también se admite un descenso del 16,2% en los ingresos comerciales (hasta 268,2 millones de euros), así como un déficit global de 1,8 millones.

"En este contexto diabólico solo cabía intentar compensar al socio a través de una lucha contra el Pendiente de Identificación, fruto de la cual se han repartido más de 75 millones de euros. Esto, sumado al mayor número de obras en circulación, ha permitido que las cantidades repartidas por todos los conceptos en 2012 hayan superado los 384 millones de euros", explica el presidente en este Informe.

A este respecto, Reixa recalca que "a pesar del descenso en la recaudación, gracias al esfuerzo en identificación y en contención del gasto", se ha repartido "más y mejor".