Dustin Hoffman, César honorífico de la Academia francesa

"Hay un cadáver en cada uno de nosotros: la persona que podemos ser potencialmente pero que nunca seremos", dijo Hoffman al recoger su galardón en la 34 edición de esos premios, quien añadió que todo lo que sabe hacer es "dar vida a ese cadáver".

Quien se dejara seducir por la madura Anne Bancroft en "The Graduate", quien compartiera encierro con Steve McQueen en penal de la Guayana francesa en "Papillón" y quien conmoviera a millones de espectadores encarnando al hermano autista de Tom Cruise en "Rain Man", recordó la plenitud del momento en el que interpretó por primera vez el papel de alguien que no era él.

Llegó el momento del anunciado premio y Hoffman se levantó de su asiento, caminó hasta el escenario, agradeció con gestos la ovación y regresó a su butaca para que su amiga y compañera Thomson relatase en excelente francés la anécdota de cómo se conocieron en un restaurante cuando ella tenía 14 años.

"Nunca he aprendido a saludar", dijo el homenajeado cuando finalmente subió al escenario y agradeció el premio ante un rendido Teatro de Châtelet, en el corazón de la capital francesa.

Horas antes, Hoffman, de 71 años, aseguraba irónico ante la prensa que "cualquiera que recibe un premio por toda su vida profesional" acude a su propio "funeral anticipado".

El César, máximo galardón del cine francés, es el segundo tributo que ha recibido este intérprete originario de Los Ángeles (EEUU) esta semana en París, después de que ayer se le impusieran las insignias de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, en una ceremonia en el Ministerio de Cultura galo.

Tras descubrirle en Broadway en los sesenta, el director Mike Nichols le convirtió en el "galán feo" Ben Braddock en "The Graduate", papel que le valió la nominación al Oscar como mejor actor en 1967, candidatura que repetiría con "Midnight Cowboy" y "Lenny", hasta que consiguió al fin hacerse con la estatuilla en "Kramer vs. Kramer", el año 1980.

Nominado otra vez por su actuación en "Tootsie", fue en 1987 cuando entró en el club de los actores doblemente oscarizados, por su trabajo en "Rain Man", recompensa a la que siguieron una innumerable lista de galardones internacionales.

Oculto tras una careta en la peculiar "Dick Tracy", junto a Madonna, o tocado con un sombrero pirata para llevar al cine al Capitán Garfio en "Hook", dirigida por Steven Spielberg, Hoffman siguió experimentando sus límites interpretativos sin desgaste, lo que le valió el León de Oro a su carrera en la 53 Edición del Festival de Cine de Venecia.

Dustin Hoffman estuvo casado con la bailarina Anne Byrne, con la que tuvo una hija y en 1980 volvió a contraer matrimonio con la abogada Lisa Gottseguer con quien tiene cuatro hijos.