Ersi Sotiropoulos se mete en la piel del poeta griego Costantino Cavafis en 'Qué queda de la noche'

"La figura de Cavafis es muy importante actualmente porque en sus poemas del siglo XX explicaba el futuro poniendo el punto de mira en el pasado y es algo que todavía se puede aplicar ahora", ha relatado la autora en una entrevista con Europa Press.

En este sentido, Sotiropoulos ha hecho un paralelismo entre los años en los que vivió Cavafis (1863-1933) y la actualidad al comparar la situación "desastrosa" de Grecia en ambos períodos. "Repetimos los errores del pasado, Grecia está igual a como estuvo entonces cuando tuvo que mantenerse bajo control financiero durante 81 años", ha señalado.

De la misma manera, la autora ha destacado cómo Cavafis en uno de sus poemas hablaba de controlar económicamente una colonia del sur de Italia, algo que a su juicio, resulta "paradójico" si se compara con el actual control europeo a Grecia.

Asimismo, Sotiropoulos ha denunciado que el "sistema predominante en el mundo" ha pasado de ser un sistema capitalista a ser un "imperio de las empresas". "Controlan cada vez más cosas mientras que la gente tiene cada vez menos poder y no se ven afectadas por los cambios políticos pues sus decisiones sobre la ciudadanía se mantienen sin importar al partido que votemos", ha añadido.

Además, la autora indaga en el poemario "cargado de erotismo homosexual" de Cavafis pues, aunque asegura que el poeta no tiene un estilo "exhuberante" sino más bien "reservado", la mayoría de sus poemas contienen una gran "carga sexual reprimida".

"Cavafis vivió en un tiempo en el que la homosexualidad de un hombre era algo impensable y aunque él mismo era muy conservador su deseo erótico iba por encima de sus ideales y esto supuso una gran dificultad para él que queda plasmada en sus más de 160 textos", ha narrado la autora.

No obstante, a pesar de su producción literaria, el poeta griego sólo fue reconocido a título póstumo, pues nunca publicó ninguna de sus obras lo que, en opinión de Sotiropoulos, se debe a que estaba "obsesionado" con la perfección formal de la escritura.

"Tardó 15 años en escribir un poema de una sola página porque los corregía una y otra vez e incluso los enviaba a amigos suyos para que le dieran una opinión y al cabo de los años les daría el mismo poema pero con una nueva versión --ha explicado la autora--. Incluso le ofrecieron la oportunidad de publicarlos en inglés pero nunca se llegó a hacer porque su obsesión con la perfección le llevaba a creer que los poemas no estaban terminados".

Sotiropoulos ha apuntado además que para esta investigación se ha servido de multitud de viajes entre Alejandría, París y Grecia, así como de literatura y documentos del siglo XIX y XX, pero que en la novela, hace uso tanto de la realidad como de la ficción. "No quería escribir una biografía, quiero poner los hechos y sorprender al lector con el resultado".

"En el momento en el que un autor empieza a describir los hechos está aplicando, aunque no lo quiera, un punto de vista personal porque explicará las cosas de forma distinta de otro autor y esto es lo interesante de la literatura, cómo se exponen los hechos para encontrar la voz interior del autor", ha concluido.