Francisco Rivera y Lourdes Montes, Semana Santa en Sevilla

FRANCISCO RIVERA ORDÓÑEZ Y SU MUJER LOURDES MONTES, UNOS FUTUROS PAPÁS MUY DEVOTOS

La conocida diseñadora ha asegurado que su marido está feliz y orgulloso de volver a repetir experiencia como padre de una niña. Como recordaremos el torero manifestó su deseo de llamar Francisco a su segundo vástago si se trataba de un varón, que seguro que seguiría sus pasos en el mundo de la tauromaquia. Será el primero para la diseñadora y el segundo hijo para el torero, que es padre de una niña llamada Cayetana, de quince años de edad, fruto de su fallido matrimonio con Eugenia Martínez de Irujo.

Hace unos días, el torero quiso anunciar en su cuenta de Twitter que esperan una niña: "Lourdes y yo estamos muy felices. Nos dan la buenísima noticia de que vamos a ser padres de una niña". Poco después, Rivera agradecía las felicitaciones: "Muchas gracias por todas vuestras enhorabuenas y bendiciones a nuestra futura hija. Gracias de corazón de los cuatro".

A LOURDES YA SE LE NOTA EL EMBARAZO Y LUCE PRENDAS AMPLIAS PRE-MAMÁ

El embarazo transcurre en medio de la vuelta a los ruedos del orgulloso padre, quien hace escasas semana sufría una aparatosa cogida en la plaza de toros de Olivenza y donde tanto su mujer como su hija vivían unos angustiosos momentos.

IBA MUY ELEGANTE CON UN VESTIDO BLANCO QUE COMBINÓ CON ZAPATOS DE COLOR BEIGE

Ahora le hemos visto tranquilo y relajado con su esposa en la Semana Santa de Sevilla. Francisco no se quiso perder este importante día a pesar de estar todavía de baja. El matrimonio vivió de cerca las procesiones del Domingo de Ramos y de la Jueves Santo. A Lourdes se le nota ya el embarazo y luce prendas amplias premamá. El Domingo de Ramos, la sevillana iba muy elegante con un vestido blanco que combinó con zapatos de color beige. Lourdes y Francisco caminaron de la mano por las calles de la capital hispalense: "Vamos a ver al señor de la Paz, el primero, que ilusión, los primeros el señor de la Paz por el parque", comentaba feliz.

Algo que temía Francisco, era el no poder salir de costalero con el Cristo de las Tres Caídas de la Esperanza de Triana, pero finalmente sí que pudo y como decía el torero: "La esperanza es lo último que se pierde" y vaya sí le valió... porque estuvo toda la Madrugá como él deseaba fervientemente.