La Generalitat catalana advierte de un daño "irreparable" si se trasladan los frescos de Sijena

El conseller de Cultura de la Generalitat catalana, Santi Vila, ha advertido este miércoles del daño "irreparable" que sufrirían las pinturas murales románicas de la sala capitular del Monasterio de Sijena si se trasladan desde el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), como reclama el Gobierno de Aragón.

"Estamos convencidos de que lesionaríamos de una forma irreparable e irreversible las pinturas si se arrancan en este momento", ha avisado en la sesión de control al Govern en el pleno del Parlament al preguntarle la diputada de JxSí Teresa Vallverdú.

Antes de plantear el traslado que pide Aragón, la Generalitat quiere "acreditar la posibilidad de llevarlo a cabo y ver el coste y el presupuesto que tiene", unas acciones que deben emprender de forma compartida las administraciones de ambos territorios.

"Además, hay que ver desde dónde se les puede dar una mayor difusión: si desde un museo nacional --en alusión al Mnac-- o desde Sijena, que no reúne las condiciones en este momento", según Vila.

Los gobiernos de Cataluña y Aragón y el Ministerio de Cultura "están conjurados para gestionar conjuntamente el patrimonio" de Sijena, tanto en el caso de las pinturas murales como en el de los 97 bienes depositados en el MNAC, algo que Vila encara con optimismo y voluntad de diálogo.

NO HABRÁ DONACIÓN

Ha recordado que el Govern catalán ha decidido devolver 53 de los 97 bienes, y que Cataluña siempre ha participado activamente y con generosidad en la protección de las obras de Sijena, actitud que mantendrá en el litigio sobre el resto de obras.

"En ningún caso se hará ninguna donación. Estas obras forman parte de un depósito que gestionarán las dos administraciones", ha explicado Vila, que ha descrito la situación como un conflicto envenenado, cargado de mentiras y acusaciones falsas.

CARLES PUIGDEMONT

El presidente del Govern, Carles Puigdemont, también se ha referido al conflicto sobre las obras de arte con Aragón: ha ensalzado la actitud dialogante de Vila y ha dicho que no prevé "grandes dificultades" para resolverlo.

"Es un proyecto que necesitamos que se desenvenene", algo que se podrá hacer porque los gobiernos de Aragón y Catalunya comparten una actitud dialogante y conciliadora, ha augurado.