Jorge Herralde asegura que "si no ocurre una catástrofe, el libro notará poco la crisis"

Lejano queda aquel mes de abril de 1969 cuando nacía una pequeña editorial en Barcelona que publicaba su primer libro, "El oficio de vivir", de Cesare Pavese, pero Herralde sigue como el primer día, al pie del cañón, convencido de que "a sabiendas, nunca he publicado un libro malo".

Cuando se le requiere si cree que la crisis económica puede afectar a su sector, Herralde mantiene que hasta ahora "ha perjudicado poco al libro literario", aunque "quizá sí esté empezando a afectar a las grandes cadenas de librerías o a los supermercados".

Sin embargo, el editor es de los que defiende el concepto del libro como "valor-refugio" y argumenta que la gente que es aficionada a la lectura renuncia antes a tomar copas o salir por las noches que a entrar en una librería y comprar un libro.

A pesar de ello, no obvia que es posible que ahora se vendan más libros de bolsillo, porque son más baratos, y, en este sentido, comenta que hace unos días habló con un librero que había facturado lo mismo en 2008 que en el año anterior, aunque había vendido más títulos.

Aunque Jorge Herralde sea capaz de mirar hacia atrás y recordar con precisión cuando inició "Panorama de narrativas" (la también conocida como Biblia amarilla), la colección "Narrativas hispánicas" o la veterana "Argumentos", también es capaz de analizar cómo las nuevas tecnologías pueden acabar coexistiendo con la artesanía del oficio.

Así, no esconde que su empresa está "oteando" la posibilidad de publicar en el futuro libros en formato electrónico y avanza que ya hay una persona en la editorial que está recopilando material y estudiándolo.

"Si lo vemos necesario, sí publicaremos libros electrónicos, pero en estos momentos el territorio es bastante virgen, hay que acabar de ver si es viable económicamente y si se pueden colmar las lagunas legales que existen", señala.

Con una plantilla que no llega a la veintena de personas, Anagrama se ha consolidado con los años como una de las grandes editoriales en castellano, con autores que de desconocidos han pasado a ser etiquetados como las estrellas más brillantes del panorama literario de España y de América Latina.

Herralde es también el descubridor de talentos en otros idiomas como el reportero polaco Ryszard Kapuscinski o del italiano Antonio Tabucchi y su "Sostiene Pereira".

A lo largo de cuatro décadas ha mantenido relaciones con centenares de escritores e indica que "pueden ser potencialmente conflictivas, pero la mayoría son muy estimulantes y de amistad" y agrega que fue muy amigo de la fallecida Carmen Martín Gaite o que todavía hoy, a pesar del paso del tiempo, tiene una excelente relación con Rafael Chirbes o con Soledad Puértolas.

Todos ellos saben, por otra parte, que Anagrama "siempre será la más exigente respecto a la obra bien hecha" y que no puede competir con grandes grupos que "fichan por unas cantidades que nada tienen que ver con el mercado".

De un caso del que se siente especialmente satisfecho es del que protagoniza el chileno Roberto Bolaño, a quien publicó su primera obra, y que, ahora, después de su muerte, vive una explosión de lectores en todo el mundo, que se incrementa día a día.

Cita, en este sentido, que en Estados Unidos ha sido elegido como libro del año por uno de los grandes periódicos su obra "2666" y vuelve a utilizar la crisis para rematar que "los buenos lectores si leen a Bolaño una vez y les gusta lo seguirán haciendo, independientemente de las circunstancias".