Muere José Luis Sampedro a los 96 años

La viuda de Sampedro ha explicado que el escritor falleció el pasado domingo pero no han dado a conocer la noticia hasta ahora porque no querían "un circo mediático". "Quería morir como vivió, discretamente", ha explicado.

"Nos dijo que quería beberse un Campari, así que le hicimos un granizado de Campari. Me miró y me dijo: 'Ahora empiezo a sentirme mejor. Muchas gracias a todos'. Se durmió y al cabo de un rato su murió", ha relatado su viuda.

El Premio Nacional de las Letras en 2011, que ha sido incinerado esta mañana en el cementerio de La Almudena, ha muerto feliz y "como ha vivido: con sencillez y falta de publicidad", algo que era un deseo expreso que había dejado escrito.

Según ha señalado su viuda, a Sampedro "le daba pavor el circo mediático en torno a la muerte de los famosos" y por eso dejó escrito que solo debían anunciar su muerte "cuando ya estuviera incinerado".

Olga Lucas ha explicado que el escritor había asumido con naturalidad la muerte, "dentro de que no le apetecía morirse". "Decía que tenía miedo a fallar, a no saber hacerlo con dignidad, pero no tenía miedo a morirse", ha añadido.

Para su viuda, vivir al lado de Sampredro ha sido "vivir al lado de una nube de cariño". "Ha sido un privilegio estar a su lado", ha concluido.

Comprometido con los problemas de su tiempo

Nacido en Barcelona, el 1 de febrero de 1917, Sampedro escribió su primera novela al terminar la Guerra Civil española, La estatua de Adolfo Espejo, que no fue publicada hasta 1994. Después de ella llegaron más de una veintena de títulos, entre los que destacan 'La sonrisa etrusca' y 'La sombra de los días'.

Compaginó la actividad docente con la de economista. En 1990 fue elegido miembro de la Real Academia Española.

El Consejo de Ministros de 12 de noviembre de 2010 le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España "por su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo".

En el año 2011 volvió a la actualidad al escribir el prólogo en español de la obra 'Indignaos', de Stéphane Hessel, que sirvió de inspiración para las protestas y movimientos surgidos en mayo de ese mismo año.