Susana Corcuera refleja el valor de la vida en Jalisco en la novela 'A machetazos'

En palabras de Corcuera, su literatura está "muy apegada" a Estipac, donde la escritora pasa los meses que no vive en México D.F. y que describe como una zona "montañosa, de grandes cortados, incomunicada y en la que la gente entiende aún hoy en día el castellano antiguo de El Quijote".

En este lugar, la autora de 'A machetazos' no posee "ni televisión ni teléfono celular", por lo que los días que permanece en este paraje tiene "todo el tiempo del mundo" para "observar, hablar con los campesinos, ver cómo entra el sol por las palmeras, cómo amarillean al atardecer por la luz tan especial de esa zona".

Sus relatos se nutren de las historias que le han contado los campesinos que acuden a su hacienda, ya que la familia viaja a Estipac desde hace más de siglo y medio. "Me obligan a tomar notas para transcribirlas y hacen que convierta sus historias orales en cuentos. Incluso me ponen un tiempo para hacerlo. Me han convertido en transmisora de la cultura y las leyendas de Estipac", ha dicho.

LITERATURA DE "ESPACIOS ABIERTOS"

Según ha señalado el director de Ediciones Irreverentes, Miguel Ángel De Rus, "Susana Corcuera ganó el Premio Vivendia por su extraordinaria calidad literaria y el uso exquisito del español de América".

Además, ha destacado que este libro tiene "una economía de palabras sorprendente que relaciona cada término exactamente con lo que debe decir, por crear una literatura de espacios abiertos, de dramas comunes en un mundo antiguo salvaje y estoico, de criminales, mitos y brujas a la usanza de la tragedia griega".

Susana Corcuera es autora de la novela 'Llegó oscura la mañana', finalista del Premio Azorín Planeta 2005, y del libro de cuentos 'El huésped silencioso' (Felou, México). Estudió Etnohistoria en la ENAH, ha trabajado como traductora de inglés y francés e imparte cursos de Literatura Universal y talleres de Creación Literaria en la maestría y el doctorado de Casa Lamm. Su última novela, 'La memoria de las manos', quedó finalista del IV Premio Iberoamericano de novela Casa de las Américas.