Teresa Ramón cuelga sus metáforas visuales sobre la soledad en la Lonja

"Desiertos y cardenales" es el título que Teresa Ramón ha elegido para esta exposición, en la que pinta el desierto de Monegros como reflejo de la soledad y de la falta de comunicación, y rostros de mujeres como paradigma de las adversidades y los golpes de la vida (cardenales), dos cuestiones que "me han preocupado muchísimo", ha explicado la artista oscense en rueda de prensa.

En las 43 piezas que ocupan este palacio renacentista, el color es el gran protagonista, así como la tierra y el agua y los valores universales como amor, libertad y medioambiente y los daños colaterales que causa la actividad humana en la vida.

En varios de sus cuadros pinta rostros de mujer porque, como ha relatado, además de todas las dificultades y heridas que puede tener el ser humano en general, en la mujer se añade el de la fuerza física, lo que las hace más frágiles para recibir agresiones de otro tipo.

No pinta heridas abiertas ni sangre sino que utiliza la mirada para expresar que cuando se mira a alguien a los ojos "por muy amigo que sea" detrás hay un "pozo profundo" en el que nunca se sabe lo qué hay.

Reconoce que nunca hay una relación exacta entre "el cuadro que una tiene en la cabeza" y el que finalmente plasma y "aparecen también cosas que uno se descubre de sí mismo y también de los demás".

Ha sido un trabajo de más de dos años concebido específicamente para crear un diálogo entre la obra y el espacio "emblemático" en el que se exhibe, de ahí el gran formato de algunos de los cuadros, de hasta tres por tres metros, algunos pensados para colgar como tapices o bajo un cristal sobre el suelo.

Como complemento a la exposición se proyecta un vídeo que, con el título "Monegros-Nueva York", compara el bello paisaje del desierto aragonés, que cree que hay que conservar, la dureza de esta tierra y la soledad que transmite con el constante devenir de gente por las calles de la ciudad norteamericana, poblada de rascacielos y rodeada de agua por todos lados.

La muestra se apoya en un catálogo con textos de personalidades con proyección nacional e internacional como Soledad Púertolas, Manuel Vilas y el crítico Fernando Castro Flórez.

Teresa Ramón comenzó a pintar a los once años con acuarela y gouache, a principios de los setenta investiga con nuevos materiales y técnicas pictóricas que le conducen a pintar con lacas sobre planchas de metal y a finales de los ochenta comienza a sentirse atraída por la temática de los bestiarios medievales y por la naturaleza de la pintura al fresco, lo que le conduce a indagar sobre las calidades y matices de la pintura plana.

Ya en los noventa inicia un proceso en el que la abstracción va ganando terreno a la figuración y hace que el esquematismo y un progresivo aumento de símbolos sea la nota dominante de sus cuadros.

Entre sus trabajos destaca el mural "Catarses" de 90 por 2 metros que se localiza a la entrada del túnel internacional de Somport.

En 2008 realiza el mural "La ciudad dorada" para el Palacio de Congresos de Huesca, de 30 por 10,50 metros, y en 2009 instala en Fraga "La puerta de Aragón", una escultura de 16 metros de alto por 6 de ancho y 1,5 de profundidad.

Ha sido invitada por el gobierno marroquí a la celebración del XXV Foro Internacional de Arte y Cultura de la ciudad de Asilah, por el de Perú para impartir cursos en escuelas de Arte de Lima, Cuzco y Trujillo, y por el Laboratorio de investigación de Lenguas y Culturas Europeas de la Universidad de Lyon para participar en el Colloque International "Le créater et sa critique".