La Venecia de Tiziano y el Amberes de Rubens confluyen en Bruselas

A través de 65 obras de pintores de la escuela flamenca y veneciana, la exposición recorre cuatro siglos de influencias recíprocas entre los puertos de Amberes y Venecia, que se erigieron como epicentros comerciales y culturales de la Europa renacentista.

Los viajes marítimos entre las dos ciudades permitieron un florecimiento económico en ambas regiones, así como "un diálogo constante entre los artistas de uno y otro lado desde el comienzo del siglo XV hasta el final del XIX", dijo en una entrevista a Efe Giovanni Villa, comisario de la muestra.

"La escuela veneciana y la flamenca no habrían podido existir la una sin la otra", afirmó Villa, quien también subrayó que a través de la mencionada conexión marítima, "Europa comenzó a existir".

La exposición arranca con lienzos de Pisanello y Bellini, artistas del "quattrocento" y pioneros de la pintura de retratos, que tuvieron su réplica en Flandes, en la obra de Van Der Weyden y Van Eycke.

A continuación, la muestra se adentra en la pintura religiosa y mitológica de Palma "el Viejo", Tiziano, Tintoretto y Paolo "el veronés", y confronta estas obras con "La Santa Trinidad" de Rubens, una de las piezas más importantes de las exhibidas.

El color y el trazo fluido característicos de Tiziano "tienen un claro reflejo" en la obra de Rubens, quien también se inspiró en el "toque de luz" de Tintoretto, explicó el comisario de la exposición, podrá verse en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas (Bozar) desde mañana hasta el próximo 8 de mayo.

Pero entre ambas escuelas "también existen marcadas divergencias", como se puede observar en la sala dedicada a los paisajes de artistas flamencos y venecianos del siglo XVI, señaló Villa.

Mientras que los paisajes flamencos son "miniaturas" y se asemejan a naturalezas muertas -es el caso de las obras expuestas de Patinir-, los venecianos, y en especial los de Tiziano, "son emocionantes, están llenos de vida", según el comisario.

Las dos escuelas vuelven a encontrarse en el siglo XVII, cuando en los lienzos de canales venecianos de Canaletto o Francesco Guardi se "puede apreciar la influencia de los maestros flamencos precursores", añadió Villa.

La exposición se cierra con el lienzo "Le Ridotto", de Pietro Longhi, una escena de un baile de máscaras que refleja la decadencia de la República de Venecia "en clave satírica", y que, en opinión del comisario, "se enlaza con la obra de James Ensor (pintor belga vanguardista), y más adelante, con el nacimiento de las tiras cómicas".

La muestra "ofrece una confrontación muy precisa entre lo antiguo y lo contemporáneo", según Villa, quien también observa una relación entre los antiguos "artistas viajeros" italianos y la aparición de personajes de cómic como Tintín o Corto Maltés.

De las 65 obras expuestas en "Maestros venecianos y flamencos", medio centenar procede de la Accademia Carrara, de la ciudad italiana de Bergamo, mientras que la quincena restante ha sido cedida por el Real Museo de Bellas Artes de Amberes (KMSKA).

Junto las obras de los maestros de ambas escuelas, Bozar expone una serie de esculturas de la artista flamenca Berlinde De Bruyckere (Gante, 1964), representaciones de cuerpos mutilados que provocan un crudo contraste frente a los retratos religiosos o las escenas costumbristas.