"Vidas pequeñas" lleva la crisis económica de España al Festival de Chicago

Con esta historia coral, Gabriel narra el día a día en el cámping "Vista hermosa", una parcela a las afueras de Madrid donde sus habitantes, sacudidos por las dificultades económicas, viven en caravanas.

"Vidas pequeñas", que se estrenó hace un mes en España, pretende ser un reflejo de "las historias sencillas y anónimas que la crisis ha dejado a su paso", explicó Gabriel a Efe.

En el film se cruzan las vidas de una pareja de artistas arruinados, una familia de feriantes, una madre soltera, un mimo callejero, y una carnicera con un novio que derrocha el dinero en negocios que fracasan antes de comenzar.

El hilo conductor de la película es la llegada al recinto de una exitosa y adinerada diseñadora que ve como su mundo de lujos se derrumba de la noche a la mañana.

Bárbara Helguera, interpretada por Ana Fernández, se refugia de su desesperación en los brazos de un mimo callejero con el que termina viviendo en el camping.

Allí se reencuentra con la periodista Celeste (Ángela Molina), cuya revista desapareció con la crisis y que ahora escribe para publicaciones de autoayuda y tarot con una vieja máquina.

"Cuando empecé a rodar la película aún no había estallado la crisis, así que en un principio no tenía la intención de hablar de ella. Pero sucedió que el propio filme se vio vapuleado por la situación económica, lo que nos obligó a parar dos años", explicó Gabriel.

La película, que se proyectó hoy en el la edición número 27 del Festival de Cine Latino de Chicago, fue muy bien recibida por el público, que se interesó además por el resto de la filmografía del director.

La situación económica y sus consecuencias en la industria cinematográfica "obligan" a Enrique Gabriel a plantearse una inflexión en su carrera, "una traición a sí mismo" y girar hacia un cine más comercial.