Viggo Mortensenn espera un taxi en la estación de Atocha como un madrileño más

El artisata, de ascendencia danesa vestía de manera cómoda e informal con pantalón de pana, deportivas y parka a su regreso a Madrid. Portaba una pequeña trolley donde guardó sus enseres personales tras cumplir con sus proyectos profesionales. Asimismo lucía un rostro barbilampiño sin su característica perilla, quizá por exigencias del guion. El escritor y poeta habla español con fluidez, pues pasó su infancia entre Venezuela y Argentina.

Desde que comenzase su relación con la actriz Ariadnna Gil hace siete años, siempre han sido fieles a su discreción, pasando desapercibidos como dos habitantes más de la capital. A principios del pasado año adquirieron un fabuloso ático en la Gran Vía madrileña donde disfrutar de su amor en la más estricta intimidad.

Se conocieron durante el rodaje de Alatriste en 2006. En 2008 volvieron a coincidir en la producción americana Appaloosa. De aquel año data el precioso poema de Mortensen Un beso de ésos, quién sabe si dedicado al amor de su vida.