La batuta "de la paz" del maestro Barenboim hipnotiza a miles de argentinos

Las celebérrimas primeras cuatro notas de la Quinta Sinfonía de Ludwing van Beethoven dejaron hipnotizada a la multitud que se congregó en el centro de Buenos Aires.

Bajo la magistral batuta del director nacido en Argentina hace casi 68 años, la West-Eastern Divan, que Barenboim y el fallecido intelectual palestino Edward Said crearon en 1999, había interpretado minutos antes la Obertura Leonore III, también de Beethoven.

Previamente, sobre el escenario montado en la avenida 9 de Julio actuó la orquesta argentina El Porvenir, integrada por 70 jóvenes de 13 a 20 años, que participa en el Festival de Tango Buenos Aires 2010 e interpretó un breve repertorio de tangos.

Según los cálculos del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, unas 50.000 personas asistieron al concierto, quienes a la finalización del espectáculo -que duró unos cuarenta minutos- aplaudieron de pie durante cinco minutos pidiendo un bis.

"Estoy regocijado en el espíritu. Fue una fiesta maravillosa", dijo el ministro de Cultura de Buenos Aires, Hernán Lombardi.

Sonriente, el director, que en 1952 emigró con su familia a Israel, agradeció con ademanes la demostración fervorosa de afecto del público que, sin embargo, se quedó sin un bis porque el maestro debe dar otro concierto hoy en el Teatro Colón de Buenos Aires.

"Naturalmente para la música clásica hace falta una muy buena acústica y el Colón la tiene, pero de vez en cuando es muy importante hacer conciertos en lugares como éste, que es popular, pues la música no es para pocos, es para todos", indicó Barenboim, en una improvisada y breve rueda de prensa, tras el concierto.

El director, que el jueves pasado celebró sesenta años de su primer concierto de piano, en Buenos Aires y con apenas 7 años, afirmó que la experiencia vivida hoy fue "muy conmovedora" pues el público fue numeroso y "escuchó con interés".

"Fue una inyección de felicidad", resumió el director, que este viernes fue recibido en audiencia por la presidenta argentina, Cristina Fernández.

La West-Eastern Divan llegó a la capital argentina en el marco de una gira que comenzó el pasado 3 de agosto en Jaén (España) y prosiguió en Córdoba (España), Madrid, Santo Domingo, Caracas, Quito, Bogotá y finalmente en Buenos Aires, donde ya ofreció tres conciertos en el Teatro Colón, escenario al que regresará en la noche de hoy.

En 1999, Barenboim y Said, fallecido en 2003, establecieron un taller para jóvenes músicos de Israel, Palestina y otros países árabes con el objetivo de difundir la convivencia y el diálogo intercultural.

"Esta orquesta lleva el mensaje de que tenemos que acostumbrarnos a vivir juntos. Este maldito conflicto no es ni militar, ni político. Es un conflicto humano de dos pueblos que están profundamente convencidos de tener el derecho de vivir en el mismo pequeño pedazo de tierra. Es muy difícil resolverlo", dijo hoy el director.

A un día de que se anunciara un acuerdo para el reinicio de las conversaciones para la paz, Bareinboim opinó que los palestinos deberían declarar unilateralmente el Estado palestino "en las fronteras que todo el mundo reconoce" para "poder negociar con Israel en igualdad".

"Llevamos casi 20 años y las negociaciones se están convirtiendo en el fin y el fin no puede ser las negociaciones. El fin tiene que ser la paz y la aceptación del otro", sostuvo el director, quien destacó que su orquesta es un "ejemplo" de que israelíes y árabes pueden convivir en paz sin estar de acuerdo en todo.

La orquesta recibió su nombre de una colección de poemas del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) llamada "West-Eastern Divan" ("Diván de Oriente y Occidente", 1819), una obra de referencia sobre el concepto de cultura global.

En 2002 la orquesta se estableció en Sevilla gracias al apoyo institucional y financiero de la Junta de Andalucía.