La directora checa Michaela Pavlátová dice que a la gente le gusta la animación pero no la echa "de menos"

La directora checa Michaela Pavlátová (Praga, 1961) ha asegurado que "a la gente le gusta la animación pero no la echa de menos" por lo que es necesario promover actividades que recuerden todas las increíbles posibilidades que ofrece este género cinematográfico.

La realizadora ha hecho estas manifestaciones en Valencia, donde se encuentra con motivo del homenaje que le tributa el XXVI Festival Internacional de Cine Cinema Jove, que le ha otorgado su Luna de Valencia y proyecta una completa retrospectiva de su filmografía.

En una entrevista concedida a Europa Press, Pavlátová ha resaltado la labor que llevan a cabo certámenes como Cinema Jove, que "son el lugar donde mostrar las películas de animación" para que el público comprenda su importancia. Para la autora, "toda ayuda" sirve para asegurar la supervivencia de un género que a los espectadores les gusta pero que no echan de menos porque "no es algo esencial para sus vidas", ha reflexionado.

La directora --nominada al Óscar por su corto 'Reci, reci, reci (Palabras, palabras, palabras)'-- ha subrayado también que las grandes compañías como Disney son algo "completamente distinto" a la producción más artesanal, aunque ha valorado la contribución de las nuevas tecnologías a un proceso creativo "largo y costoso".

Así, ha comentado que la diferencia entre un dibujo hecho a lápiz o con ordenador es a veces "psicológica". "El papel puedes tocarlo pero la pantalla es un conjunto de unos y ceros y es difícil confiar en su existencia", ha reflexionado.

"TOQUE HUMANO"

Tal vez por ello, Pavlátova --que esta tarde mantendrá un encuentro con aficionados tras el cual se exhibirán sus cortos-- ha apuntado una tendencia de los autores más jóvenes a volver a las técnicas tradicionales buscando el "toque humano".

Respecto a su propio método de trabajo, ha relatado que sus fuentes de inspiración provienen de una mezcla de sentimientos íntimos, de otras personas y de la fantasía, aunque todas sus obras se basan en algo real, ha precisado. En su opinión, hablar únicamente de cuestiones personales puede resultar "aburrido" para el público.

A la hora de dotar de alma a sus personajes, la realizadora afirma que se dedica a observar a su alrededor y que, incluso, ensaya las expresiones en su propio cuerpo. "Quiero que un personaje sienta sorpresa y yo actúo, veo cómo abre los ojos, la boca y cómo sube los hombros y después lo aplico al dibujo". Además, el detonante de una obra puede ser tanto una imagen como un ritmo o una frase, ha añadido.

Finalmente, la directora checa ha señalado que durante las décadas de los setenta y ochenta las escuelas de animación de Europa del Este gozaron de una gran relevancia y ahora hay más "talentos individuales" que "un gran movimiento". A esto se une, ha continuado, el hecho de que la animación ha mejorado enormemente en países como España, Francia o Bélgica, por lo que hay un desplazamiento hacia el oeste.