El escritor Enzensberger dice que desconfía de la autobiografía

Así lo ha dicho durante la mesa redonda "Homenaje al yo que fuimos" -el "yo" centra la tercera edición de la cita literaria más importante de Mallorca-, en la que también han participado los escritores Luis Goytisolo y Rafael Argulló, y que ha sido moderada por el director de la Fundación Santillana, Basilio Baltasar.

Enzensberger, galardonado en 2002 con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, ha hecho una crítica de la biografía narrada en primera persona, ya que, a su juicio, cuenta con varios defectos.

En primer lugar, el prestigioso ensayista ha desconfiado del poder de la memoria. "El arte de olvidar es para mí precioso", ha afirmado el también novelista, quien ha añadido que otra de las desventajas de la autobiografía es el desinterés que le produce leer las andanzas de un escritor.

"Cuando leo una novela y el protagonista es un escritor, a mí ya me produce rechazo", ha asegurado Enzensberger, a quien las vidas de sus compañeros de profesión le parecen aburridas y ellos, ególatras. "La deformación profesional del escritor es el narcisismo", ha asegurado tajante.

Además, según Enzensberger, es muy difícil que una persona se muestre a sí misma tal y como es, ya que no existe un solo "yo", sino varios. "El yo, al menos el mío, no es muy sólido", ha explicado el escritor de 81 años.

"Es casi imposible" conocerse, ha agregado, y por ello la autobiografía "tiende a convertirse en una mentira" y "en una forma de ficción".

Para el veterano escritor, "lo contrario a todo esto es la biografía", un género que ha confesado "adorar" porque en él las fuentes en las que se apoya el relato son varias, y no sólo el propio autor y protagonista.

Estas fuentes, ha indicado, "se corrigen unas a otras" y así el resultado es más fiable.

Él, ha confesado, no está interesado en escribir su propia vida, ya que la vida de los demás le parece "mucho más interesante" que la suya. "Cuanto más distinto de mí, más me interesa", ha argumentado.

Esta mesa redonda se ha celebrado en la última jornada de las terceras Conversaciones de Formentor, una cita que cuenta con la participación de una veintena de escritores y otros tantos editores y periodistas y que se clausurará con un homenaje al recientemente fallecido José Saramago.