Soy un escritor que ha sido tentado por el cine, confiesa el español Vicente Molina Foix

El autor, que se encuentra en Montevideo para participar en el Festival Eñe América de literatura hispanoamericana, en el que más de 100 autores departirán con el público sobre diversas perspectivas de la escritura, consideró que pese a que las biografías lo anuncian como un cineasta, director de dos largometrajes, a él aún le falta mucho para considerarse como tal.

El autor de "La edad de oro" dijo en una entrevista con Efe que, en realidad, cómodo solo se siente "escribiendo literatura", que es lo que más ha hecho y el arte con el que tiene "una vida amorosa", mientras que con el cine lo que tiene es "una pasión desde siempre".

"Hacer películas fue un amor de adolescencia que reapareció y lo asumí, pero mi estabilidad es con la literatura", dijo el escritor.

Precisamente Molina Foix participa en el Festival Eñe junto con el cineasta uruguayo Álvaro Brechner en un diálogo sobre cine y literatura y las diferencias y similitudes entre ambos géneros.

El escritor, que dirigió en 2001 la película "Sagitario" y en 2009 presentó "El dios de madera", apuntó que lo que más le gusta del cine son sus "mecanismos" y su "interactividad".

"Con el cine uno recibe mucho y los demás te modifican tus ideas, las hacen o rehacen contigo. Además, tiene una cosa estupenda, que es que los personajes son de carne y hueso y uno los crea junto con sus actores", afirmó Molina Foix.

Además, el autor encontró que disfruta mucho "con las cosas banales del cine", como las audiciones, o la búsqueda de localizaciones, así como "dirigir y hablar a los actores".

"Y luego claro, el montaje, que es muy fascinante. Porque no es como montar una novela, que yo las escribo de forma lineal y no puedo dejar nada suspendido. El montaje es tener un puzzle y terminarlo, hay algo de alquimia en eso. Y es diferente a la literatura y me encanta", señaló.

Para el también columnista del diario El País, la mayor diferencia entre cine y literatura es que la escritura es "solitaria y depende de uno mismo".

"El escritor hace todos los papeles, hace el guión, la producción, hasta el 'casting' y la creación de personajes. Y las decisiones, para bien o para mal, las toma solo. Esa es la diferencia fundamental", anotó.

Sin embargo, el mundo del escritor es sólo "verbal, plano, sin relieves ni entidad física", algo que no ocurre con las películas, "que están marcadas por la presencia real de las personas".

"En realidad, es muy distinto. Para hacer una película hay que escribir las imágenes. Y a mí me interesa crear imágenes que solo sean para cine, que solo puedas contarlas ahí, no en un papel. Sino, haces una novela", explicó.