El libro 'El país de los espíritus' relata la historia, la vida cotidiana y costumbres como el vudú en Haití

El libro 'El país de los espíritus', de Miguel Ruiz Montañez, hace un recorrido por la historia, la vida cotidiana y costumbres como el vudú en Haití a lo largo de apenas 500 páginas, con las que consigue atrapar al lector gracias a una trama que, además, tiene tintes de novela detectivesca.

El autor ha presentado este martes su tercer título en el Palacio de Cibeles, acompañado por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón; la embajadora de Haití en España, Yolette Azor-Charles; y la responsable de la edición, Carmen Fernández de Blas, de la editorial Martínez Roca.

La historia comienza en 1995, durante la visita del expresidente estadounidense Bill Clinton a la isla, y narra las aventuras de Hugo, un joven huérfano que, por una parte, quiere investigar la misteriosa muerte de su padre y, por otro, quiere sobrevivir junto a su hermana, quien más adelante se convierte en narradora de la historia, ya desde Estados Unidos.

Según el propio escritor, su intención ha sido "poner de moda un país que necesita de la ayuda de todos", especialmente tras el terremoto de hace un año. Por ello, tras quince años de investigación y experiencia en la isla, Ruiz Montañez ha decidido acercar al público hispano hablante un país que "necesita del compromiso" de todos.

Es por ello que parte de lo que se recaude con la venta de la novela se destinará a proyectos educativos para niños haitianos huérfanos, cuyo número prácticamente se duplicó tras el seísmo.

"He querido hacer una novela que atrape al lector y no le deje respirar hasta la última página, para explicarle el desarrollo histórico, cultural y social de un país tan interesante y desconocido", ha añadido el autor, apuntando que para él Haití es "una isla quimérica poblada de espíritus".

OBJETIVO DE LA NOVELA

Además, ha señalado que su intención es "desmitificar" tradiciones como el vudú, que "tienen poco que ver" con lo que habitualmente se relaciona, que es la magia negra; pero también intenta hacer un "retrato crítico, descarnado, muy reflexivo" sobre la situación de inestabilidad del país, en cuya solución deben participar, a su juicio, los haitianos emigrantes.

Por otra parte, la novela es también un "tributo" a la mujer haitiana, que saca adelante la familia y el país, y está "trufada de magia, santería, vudú..." que "no cae en el pesimismo" pero que sí es "dura, perturbadora" a trozos porque ésa es la única manera de reflejar la realidad del país caribeño.

Finalmente, Ruiz Montañez ha explicado que con 'La isla de los espíritus' ha tratado también de hacer un experimento literario, al introducir tres narradores distintos que hablan todos en primer persona sin que por ello se frene la acción, y ha deseado que el lector "se deje llevar por este viaje mágico a Haití".

LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR

Durante la presentación, Gallardón ha animado a los ciudadanos a leer una novela que se encuentra "en el umbral entre lo natural y lo sobrenatural" y que retrata "un país incomprensible, una tierra quimérica donde más que ocurrir costas extrañas, lo extraño es que a veces ocurren cosas corrientes", según ha dicho citando el propio libro.

Además, ha señalado que, en el fondo, la historia es un análisis sobre las razones que han llevado a este país a "no haber conseguido alcanzar cierto nivel de desarrollo" a lo largo de la historia, asignando así de forma "crítica" las responsabilidades que en este fenómeno tiene cada uno.

"El libro tiene todo lo que se puede esperar sobre Haití y mucho más, porque es una isla especial, es el lugar donde se acumularon por primera vez los espíritus de uno y otro continente", ha vuelto a citar Gallardón, añadiendo que los personajes "añoran y rehuyen por igual una cultura que les hace sufrir pero que no pueden dejar de amar".

Finalmente, el primer edil ha deseado que "ojalá" lo mejor de Haití esté por llegar y llegue pronto". "Confiamos en que así sea", ha zanjado, agradeciendo por último a Ruiz Montañez el que haya "abierto una ventana a conocer un mundo" bastante desconocido a pesar de su cercanía (al menos geográfica) con el mundo hispano.

Por último, Azor-Charles ha asegurado que en la novela, el autor "mantiene al lector en estado de alerta, con un lenguaje elegante y que mantiene el suspense", y ha agradecido que no se detenga únicamente en clichés, sino que dé a conocer otras fuentes de riqueza de los haitianos como, por ejemplo, su pintura o su gastronomía.