La exposición de fotógrafo Català-Roca en La Pedrera de Barcelona recibe 48.000 visitantes en cuatro semanas

Casi 48.000 personas han visitado ya la exposición del fotógrafo Català-Roca en La Pedrera de Barcelona, que reúne 200 imágenes en blanco y negro del fotógrafo y que se inauguró hace sólo cuatro semanas, convirtiéndose en una de las más exitosas de las realizadas por la Obra Social de CatalunyaCaixa.

La muestra ha superado todas las previsiones, ya que está teniendo una media de 12.000 visitantes a la semana, mientras que la exposición 'Mariscal a La Pedrera' tuvo 8.061, la de 'Maillol' tuvo 7.889, y la de Fortuny, el mago de Venecia' tuvo 7.820.

En esta ocasión se trata de un fondo que muestra el testimonio silencioso del artista en el ámbito de la fotografía documental de los años 50 y 60, así como una colección de imágenes de arquitectura, faceta más desconocida para el gran público.

La retrospectiva recoge el trabajo del fotógrafo a lo largo de toda su trayectoria y presenta un 30 por ciento de fotografías inéditas, relacionándolas con diversas características de su estilo personal: la importancia del instante decisivo, la mirada selectiva, el testimonio silencioso y la arquitectura, entre otras.

A lo largo del recorrido, el visitante puede observar fotografías de marineros de visita al 'barrio chino' de Barcelona, familias paseando por la feria de Santa Llúcia, seminaristas en la plaza mayor de Cuenca, así como imágenes irónicas como la que muestra a una monja ante un cartel que anuncia un baile de disfraces.

Los disparos que realizaba el fotógrafo muestran imágenes tan curiosas como la del pintor Salvador Dalí saltando a la comba con unas niñas, un joven piropeando a dos bellas mujeres en un paseo de Sevilla y el artista Joan Miró --de quien fue gran amigo-- trabajando en su estudio.

El comisario ha explicado que a Català-Roca le gustaba jugar con las miradas y tenía la teoría de que "menos es más", por lo que la fuerza de sus fotografías reside en los detalles de lo retratado, y en lo directo e impulsivo de su obra.

Como fotógrafo colaborador de publicaciones como 'Revista', la editorial Destino y la Dirección General de Turismo, se acercó al periodismo por sus imágenes artísticas de la realidad más cotidiana, y su intento alejarse de cualquier tipo de manipulación.