Las actrices Felicity Huffman y Lori Loughlin, ante el juez por sobornos para que sus hijos estudien en universidades de élite

El pedigrí de los ricos pasa por estudiar en universidades de élite. Y eso cuesta sacrificio, esfuerzo y sobre todo mucho dinero. Las actrices Felicity Huffman y Lori Loughlin han tenido que declarar ante el tribunal federal de Boston, por pagar sobornos para conseguir que sus hijitos accedieran a algunas universidades de renombre. Las famosas son parte de un grupo de 50 padres y madres muy ricos y conocidos, acusados de comprar para sus hijos el acceso a las universidades más elitistas del país, de la de San Diego a la de California, pasando por la de Texas, Yale, Georgetown o Stanford. Huffman habría pagado algo más de 13.000 euros para que su hija mayor accediese a la universidad. La actriz ha reconocido ante el juez la gravedad de los cargos y ha entregado voluntariamente su pasaporte. No abandonará el país mientras se investigan los hechos.

Lori Loughlin, también actriz y madre de la influencer Olivia Jade, habría pagado casi medio millón de euros para que sus dos hijas fuesen admitidas en la equipo de remo de la Universidad de California. Ninguna de ellas había practicado ese deporte en su vida.

El FBI ha calificado los hechos como el mayor fraude educativo en la historia de Estados Unidos. Su presunto cabecilla se enfrenta a una pena de 65 años de cárcel por manipular las pruebas de acceso y sobornar a funcionarios y entrenadores universitarios y camuflar los millonarios pagos como donaciones.