Ellas también quieren vivir del fútbol

¿Cómo jugarían Messi o Ramos si cada fin de semana saltaran al campo después de una jornada laboral? Eso es lo que le pasa a Sandra Castelló. De profesión futbolista en el Sporting de Huelva. Es su sexta temporada en el club y es una de las capitanas. De profesión, también, maestra. La nómina no alcanza para vivir sólo del fútbol porque sus sueldos, como cuenta David Aganzo, presidente de la AFE, llegan a los 900 euros.

En la mesa de negociación las ganas de sacar adelante el primer convenio colectivo para el fútbol femenino. Un convenio que asegure un salario mínimo, al menos de 14.000 euros, que proteja la maternidad, que acabe con los contratos a tiempo parcial y acabe con la desigualdad en viajes y dietas. Tamara Ramos, del sindicato Futbolistas ON, explica que las dietas de las chicas de la selección es de apenas 50 euros al día.

Igualar con los chicos, no nos engañemos, es imposible. El fútbol femenino no ingresa lo que el masculino pero hay que llegar a un compromiso de ir subiendo poco a poco los salarios.

Por el momento, las diferencias entre sindicatos y patronal sobre el salario mínimo y la jornada mantiene paralizada la negociación del convenio.