No hay distancia demasiado larga ni carga demasiado pesada para una abuela de China que cada día lleva a su nieta al colegio a la espalda. Un centro que está a cinco kilómetros de su casa. Xiang tiene 57 años y en su espalda lleva la carga de su nieta literalmente, porque cada día hace así este camino, cinco kilómetros para que la pequeña, que no puede andar por culpa de una parálisis cerebral, vaya a la escuela.