Una joven anoréxica cuenta su vida con 20 kilos de peso y al borde de la muerte

Emma O’Neil , de Glasgow, estaba tan delgada que no podía estar acostada, porque los huesos se le clavaban dejándole marcas y hematomas.

"Estaba tan delgada que ni siquiera podía dormir en una cama de hospital normal, mis huesos eran como hojas de afeitar que sobresalían y me herían". Ni siquiera en una cama de aire podía acostarme".

La joven británica sufría anoréxica, pero pensaba que tenía todo bajo control y que podía hacer con su peso lo que se le antojara, según ha contado al tabloide 'The Sun'.

Sin embargo, su estado físico era deplorable, pesaba apenas 20 kilogramos, pero ella estaba tan enferma que ni siquiera se daba cuenta.

Un día, después de un año y medio hospitalizada, salió un rato a pasear con su padre y al intentar cruzar la calle estaba tan débil que se desplomó.

Poco faltó para que la atropellara un coche. Después de recuperar el conocimiento comprendió que necesitaba ayuda.

"Hasta ese momento, no me daba cuenta de lo mal que estaba, no me daba cuenta de lo que hacía a mí mismo y a mi familia", ha contado Emma ocho años después de aquella pesadilla.

Esta joven pasó sus años adolescentes dentro y fuera del hospital, donde su familia preocupada y los médicos le pedían que comiera. Los médicos le dijeron a Emma que el suyo era el peor caso de anorexia que jamás habían visto.

La misma joven cuenta que algunos de sus amigos que estaban en el hospital menos grave que ella, han muerto. "Soy tan afortunado de estar aquí".

Emma no quiere que su "horrible experiencia" se olvide, sino que pueda servir para ayudar a otras jóvenes en su situación. Por eso ha creado junto a otras dos amigas una fundación para ayudar a personas con anorexia y a sus familiares.

"Queremos ir a los barrios y las unidades hospitalarias y ayudar al personal sanitario, a las familias para que puedan apoyar a las personas que sufren trastornos alimentarios. Nosotros somos los únicos que conocen la mejor manera de ayudar a la gente a mejorar".