Adicae interpone una demanda de conciliación contra el Santander por comercializar "irregularmente" convertibles

La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ha interpuesto una demanda de conciliación frente al Banco Santander por comercializar, a su juicio, "irregularmente" convertibles por valor de 7.000 millones, que, según subraya, es la "mayor emisión de la historia de España".

Así, la asociación que denuncia así en los tribunales el "abuso" que, a su juicio, suponen las obligaciones convertibles que bajo la denominación 'Valores Santander' la entidad que preside Emilio Botín "colocó" a parte de sus ahorradores.

Con esta medida, Adicae "fuerza el diálogo" en sede judicial para la búsqueda de una solución para los "más de 129.000 afectados" que, según la Asociación, "podrían ver volatilizados todos sus ahorros".

Según ha explicado, estas acciones son previas a las acciones civiles, penales u otras, que la Asociación ejercite una vez se celebre el acto de conciliación contra la demandada en los "próximos días".

PRESIONES

Adicae ha asegurado que a ella se están dirigiendo cientos de afectados a los que la entidad "presiona" para convertir sus valores en acciones el próximo lunes, 4 de junio.

En la papeleta de conciliación, presentada el 22 de mayo, Adicae requiere a la entidad una solución que "permita desbloquear los ahorros de los afectados y el cese en lo sucesivo" de lo que, a su juicio, es un "abuso manifiesto a decenas de miles de familias".

Según ha explicado, sus servicios jurídicos han detectado "multitud de irregularidades" en la comercialización de estas convertibles, "muchas de ellas" --advierte-- "coincidentes y análogas a las participaciones preferentes".

"PRODUCTO TÓXICO"

Entre los motivos de la demanda de conciliación, Adicae incluye que el Banco Santander comercializó estos productos con el fin de llevar a cabo la compra del Banco Holandés ABN AMRO (ABN Amro Holding N.V).

A su juicio, para ello diseñó una "singular operación" enfocada al resultado positivo de la OPA sobre el ABN y mejorar sus ratios internos en la que el único interés que primaba era el de la entidad, que convertía a los titulares de estos valores, en bonistas y en último lugar en accionistas de la entidad.

Según señala, los valores convertibles del Santander "cumplen con las condiciones para considerarse como un producto tóxico, de alto riesgo y complejidad", advertido ya por la propia CNMV en el 2008, pues --sostiene-- es un "producto de renta variable, difícil de comprender por los inversores no cualificados a los que se les comercializó".

Adicae ha asegurado que en "todos" los casos analizados la campaña de comercialización y por tanto la iniciativa en la contratación la ostentó el Santander, al que ha acusado de diseñar "una campaña muy agresiva" que le permitió colocar los valores en un tiempo récord de 13 días.

En su opinión, este récord "dejó una salvaje colocación en la que el Santander dedicó la totalidad de su plantilla y sus recursos, y sobrepasó los límites de la legalidad vigente".

Ha añadido que la comercialización se inició incluso antes de registrar el folleto informativo en la CNMV, "vulnerando", a su juicio, "toda la normativa vigente y vaciando de contenido la función del supervisor".

Según Adicae, los valores fueron comercializados entre inversores particulares, que "en su gran mayoría eran personas sin perfil financiero y sin historial de inversión en productos de riesgo".

Así, sostiene que la información precontractual sobre las características y condiciones fue "insuficiente, confusa y equívoca".

Insiste en que la comercialización del producto supone una "violación" del marco normativo de protección al consumidor financiero, a través de los "numerosos incumplimientos" que, según Adicae, se han constatado.

"Ley del Mercado de Valores, normativa MIFID, advertencias de la CNMV, e incluso la propia normativa de la entidad en sus manuales de Procedimiento de Venta de productos financieros no han supuesto obstáculo alguno para el Santander", ha censurado.

Según Adicae, la actuación del Santander es "previsible" que ocasione a los consumidores perjudicados unas pérdidas patrimoniales "tan graves que en muchos casos suponen la reducción a la nada de los ahorros de toda su vida".

Así, la Asociación ha explicado que reclamará en defensa de los afectados "la devolución íntegra" del importe abonado en la compra o suscripción de estos productos a todos los consumidores; el cese en lo sucesivo de ofrecer y suscribir cualquier canje o sustitución de los instrumentos financieros descritos por otro de cualquier naturaleza que impida la disponibilidad inmediata sin pérdida alguna del capital invertido, así como el abono de una indemnización por las pérdidas patrimoniales, daños y perjuicios, incluidos los morales y el lucro cesante.